Los sindicatos y la dirección de Iberia acordaron ayer sentarse a negociar el futuro de la aerolínea sin amenazas de huelgas y con el compromiso de utilizar el ERE en vigor como "instrumento prioritario" para solventar "el posible excedente laboral", que no cuantifican.

El preacuerdo fue anunciado al término de la reunión entre representantes de la dirección y de CCOO, UGT, USO, Sticpla, Asetma y CTA Vuelo, que descartó convocar paros a partir del 7 de enero, como habían planteado en caso de no registrarse avances.

El texto no hace mención a la cifra de 4.500 empleos que, según el plan de reestructuración presentado en noviembre, debían recortarse en la aerolínea y marca el 31 de enero como límite para la negociación. Iberia acepta la propuesta sindical de ampliar hasta 2017 el plazo de aplicación del plan.