La venta de participaciones preferentes en Caixa Galicia tenía una importancia "vital". Y la dirección de la compañía, a través de sus directores territoriales, hizo calar el mensaje de que se debían colocar para encarar el "futuro" con "seguridad y fuerza". Los correos electrónicos internos hicieron de correa de transmisión entre la cúpula de la caja -que dirigía José Luis Méndez- y los trabajadores, que se vieron presionados para vender este producto complejo entre clientes minoristas, solo ahorradores. Según informó la Cadena SER, la dirección de la caja indicaba a la plantilla qué argumentos debía usar para colocar las preferentes y los correos incluían "amenazas explícitas" de despidos para aquellos que se negaran a comercializar los títulos de deuda, sin fecha de vencimiento.

"Hoy en conversación con el D.T. (por director territorial) se puso de manifiesto la preocupación por el parón sufrido en la contratación de preferentes", indica uno de los correos electrónicos remitidos a los trabajadores. Las arengas de la cúpula directiva para incitar a la venta de estos productos no hacían, según la misma documentación, al carácter perpetuo o al riesgo de liquidez de los títulos. "El mensaje que queremos transmitir es claro", continúa uno de los escritos.

"Las preferentes tienen una importancia vital para nuestra empresa", argumentaba el correo, al que también hizo referencia la emisora. "Nos van a aportar la solvencia necesaria para, junto con la liquidez que tenemos, un estricto control de la mora, y mayor rigurosidad en la contención de gastos, encarar el futuro más próximo con seguridad y fuerza", apunta el documento, con fecha de abril de 2009. "Son nuestra empresa, por lo que debemos estar totalmente convencidos de lo que vendemos", agrega.

El mensaje que se trasladaba a la plantilla era de "confianza" en la solvencia de los títulos y la Cadena Ser incidió -como publicó este diario- en que el mensaje a los trabajadores era que el importe invertido en preferentes era recuperable con un "preaviso de 15 días".

"Si no lo estamos (por el convencimiento), si nosotros mismos no creemos en ellas, si tenemos dudas del futuro del mercado secundario (donde se comercializaban), dudas sobre los beneficios, etc., es que tenemos dudas sobre nuestra empresa". La documentación aportada por trabajadores y recogida por la emisora hace referencia explícita a la continuidad de la plantilla en la caja en base a la confianza o no en el producto que se vendía. "Las personas que no crean en esta empresa, las que no sepan o no quieran vender preferentes, deberían preguntarse si realmente quieren formar parte de ella y de su futuro", reza la comunicación remitida al personal por correo interno.

Y continúa: "Cuando vendemos preferentes estamos vendiendo Caixa Galicia, y es ahí donde no podemos fallar, porque Caixa Galicia somos todos, y si eso no se entiende, mal andamos". "Ánimo, y que los números reflejen nuestra implicación", termina una de las misivas. "A la pregunta de por qué Caixa Galicia paga un 7,5% de interés, deben responder que se trata de un producto que premia la fidelidad de nuestros clientes", reveló la Cadena SER.

Ambas cajas -Caixa Galicia y Caixanova- comercializaron de forma masiva estos títulos, que mantienen atrapados ahora los ahorros de miles de clientes de NCG Banco, en los años previos a la fusión de las dos entidades.

Precisamente, los afectados por estos productos financieros de riesgo continuaron ayer con sus protestas por toda Galicia. Los integrados en la plataforma de A Coruña se concentraron nuevamente ante la sede de Novagalicia Banco para reclamar la devolución íntegra de sus ahorros.