Todas las resoluciones coinciden en lo mismo. En la falta de información, que los clientes no eran los adecuados y que los contratos de venta de preferentes no tienen sentido y quedan anulados. A eso se agarran las dos nuevas sentencias conocidas ayer en Valencia y Santander para ordenar la devolución a afectados de Banco de Valencia y Caja Cantabria, hoy en Liberbank, y que se suman a las cuatro ya dictadas en Galicia y otra del Santander, de las últimas semanas.

En el caso de Banco de Valencia, el juzgado de Primera Instancia número 18 de la ciudad condena a la entidad al reintegro de 25.950 euros en emisiones del grupo islandés Landsbanki, afectado en el pinchazo financiero del país por la crisis.

En el caso de Liberbank la comercialización se remonta a 2009, con 30.000 euros a una anciana enferma de alzheimer. El contrato se declara nulo, con la devolución de la cantidad, los intereses y costas.

NCG acumula cuatro condenas. Dos del juzgado de Cambados y dos en Corcubión, a un vecino que creía abrir un depósito con 100.000 euros y a un menor para el que se contrataba una cuenta de ahorros.