En 2013 los ingresos de explotación de las empresas analizadas alcanzaron los 62.781,18 millones de euros, un 2,06% más que en el ejercicio anterior. Tanto el resultado económico bruto (Ebitda) como el neto aumentaron un 20,9 y 48,47%, respectivamente. El paulatino desapalancamiento de las empresas, la disminución del coste crediticio y una menor dependencia de la financiación externa también redujo un 11,3% el gasto financiero. No obstante, el gasto de personal se anotó una nueva bajada (tercera consecutiva), bien por medidas de flexibilización externa (despidos) o interna (ajustes salariales). Pero el ejercicio no fue tan benévolo con las empresas de pequeña dimensión (solo un 5% de su plantilla depende del sector exterior, boyante en 2013). Los ingresos de las pymes cayeron un 5,49%, por el 6,21% de las microempresas. La facturación de las grandes firmas, por contra, cayó apenas un 1,64%. Teniendo en cuenta que el 71,3% de las firmas gallegas tienen menos de diez empleados, es un dato significativo, si bien todo tipo de sociedades (por tamaño) destruyeron empleo en 2013.