Uno de los ejemplos de la importancia que el autoconsumo tiene para Galicia es el montante de ayudas que van otorgadas desde la administración autonómica para fomentar este tipo de instalaciones eléctricas. En energía solar fotovoltaica, los conocidos paneles para aprovechar el sol, la Consellería de Economía e Industria invirtió siete millones de euros. El departamento de Francisco Conde subraya también la importancia de haber impulsado una normativa propia para las instalaciones aisladas de la red en la que se establece "un proceso autorizatorio ágil que facilita el empleo de estos equipos".

Junto con el intento de revitalizar el apagado concurso eólico de 2010 y la apuesta por el desarrollo de la biomasa desde el punto de vista incluso de la producción de materia prima, el autoconsumo es una pata fundamental de la política energética de la Xunta. El decreto del Ministerio de Industria es, por eso, un golpe los intereses de la comunidad y del sector. Galicia es una potencia productora de electricidad. Que exporta más del 40% de toda la generación. Pero también tiene grandes consumidores en sus empresas industriales, que en un intento de rebajar los cada vez mayores costes energéticos optaron por exprimir la cogeneración: aprovechar sus propios procesos de producción para generar calor y electricidad. De hecho, el sector industrial absorbe la mitad de toda la electricidad consumida en Galicia y un 21,5% los hogares.