La empresa coruñesa Cortizo sigue con su internacionalización y acaba de abrir una nueva fábrica en la localidad francesa de Chemillé, su noveno centro productivo. La factoría se dedicará a elaborar perfiles de aluminio para su uso en distintos sectores de la industria, como la automoción, el ferrocarril, la aeronáutica, el naval o la industria militar. La firma de Padrón invirtió 18 millones de euros y creó 80 empleos.