Quabit busca pulmón con una ampliación de capital por valor de 45 millones y ha decidido optar por las ciudades que concentran más accionistas o capital de su cartera para presentar la operación, ahora que la recuperación del sector del ladrillo ha empezado y la inmobiliaria, heredera de la polémica Astroc, fundada por Enrique Bañuelos, empieza a respirar con cierta tranquilidad. Ayer le tocó el turno a A Coruña.

La sociedad sobrevive a la crisis y en julio pasado llegó a un acuerdo con el llamado banco malo, la Sareb, que permitió refinanciar el 72% de su deuda.

La supervivencia de la firma ha sido obra del equipo de su presidente Félix Abánades, propietario del grupo de construcción Rayet, que entró en concurso de acreedores -precisamente por la crisis de Astroc- en diciembre de 2012 y salió de él en septiembre. Rayet es el principal accionista de Quabit.

Quabit tiene 621 accionistas en la provincia que controlan 16,8 millones de títulos, el 1,7%. Algunos están desde la época de Astroc, que protagonizó un fulgurante ascenso en Bolsa y una debacle en 2007 que atrapó hasta Amancio Ortega.