El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, garantizó ayer que la entidad monetaria hará todo lo que debe para que la inflación suba lo antes posible, por lo que es muy probable que en diciembre anuncie más estímulos monetarios. Draghi señaló que el BCE está preparado para aumentar en su reunión de diciembre las compras de deuda y también, o como alternativa, bajar más la tasa de interés de depósito, por la que remunera el dinero a los bancos y que está en el -0,2%.

Draghi dijo en un congreso de banca europea, celebrado en Fráncfort, que la entidad monetaria "hará todo lo que debe para subir la inflación lo antes posible", en caso de que en diciembre decida que la trayectoria de la política monetaria es insuficiente para lograr su objetivo.

El presidente del BCE generó fuertes expectativas en los mercados financieros desde que el 22 de octubre dijo en Malta que la entidad monetaria revisaría en diciembre la relajación de su política monetaria y no cumplirlas podría tener efectos indeseados en los mercados.

Los analistas de la aseguradora Allianz descartan que las medidas del BCE vayan a tener grandes efectos, porque ya han sido descontadas, pero la rentabilidad de la deuda alemana a diez años podría caer temporalmente a cerca del 0% y el tipo de cambio del euro podría bajar por debajo de la paridad.

Asimismo los mercados también descuentan que la Reserva Federal (Fed) subirá en diciembre su tasa de interés rectora, que se sitúa entre el 0 y el 0,25%, el primer incremento desde hace nueve años.

El consejo de gobierno del BCE considera que el programa de compra de deuda es "un instrumento poderoso y flexible, ya que se puede ajustar en términos de tamaño, composición y duración para lograr una posición más expansiva", dijo ayer Draghi.

El BCE compra desde marzo deuda pública y privada por valor de 60.000 millones mensuales. Este programa estaba previsto hasta septiembre de 2016 pero ahora el BCE podría prolongarlo. "No podemos decir con seguridad que el proceso de reparación económica en la zona del euro está acabado", recalcó el presidente del BCE. "En la reunión del consejo de gobierno de diciembre valoraremos completamente la fuerza y persistencia de los factores que ralentizan la vuelta de la inflación hacia el 2%", dijo Draghi.

La tasa de inflación de la zona euro se contrajo en septiembre un 0,1%, desde el 0,1% positivo de agosto, y la inflación subyacente subió en octubre un 1,1%. "Si concluimos que el balance de riesgos para nuestro objetivo de estabilidad de precios a medio plazo está sesgado a la baja, utilizaremos todos los instrumentos disponibles en nuestro mandato", afirmó Draghi.

El presidente del BCE destacó asimismo que el crecimiento de los salarios en la zona del euro es "tenue" y advirtió de que existen riesgos porque el crecimiento global va a ser este año el más débil desde 2009 y que la reactivación de la economía de la zona del euro será la más débil desde 1998.

"La recuperación sigue siendo muy prolongada desde una perspectiva histórica", según Draghi. Asimismo defendió la efectividad de las medidas de expansión monetaria. "Son probablemente la fuerza dominante que estimula la economía. Medidas instrumentales para frenar y revertir las presiones deflacionistas", sostuvo Draghi.

El crecimiento sigue débil y la inflación está muy por debajo del objetivo de casi el 2%.