España es el segundo país de las 31 economías avanzadas pertenecientes a la OCDE en el que más ha crecido la desigualdad desde el inicio de la crisis, tan solo por detrás de Chipre, según un informe difundido ayer por la ONG Intermón Oxfam. Según este estudio, el aumento de la desigualdad en España (diferencia entre los niveles de mayor riqueza en el país y los de menos disponibilidades económicas) supera en catorce veces a Grecia y casi en 10 veces el promedio de la UE. La ONG aseguró que la pobreza y la exclusión en España han aumentado "de manera alarmante" en los últimos años, con 13,4 millones de personas en riesgo de exclusión en el año 2014 (el 29,2% de la población española).

El ensanchamiento de la brecha de riqueza en España durante la crisis situó al país entre las cuatro economías con mayor desigualdad económica, por detrás de otras tres del Sur de Europa: Portugal, Italia y Grecia, dijo Intermón Oxfam.

Esta organización humanitaria alertó de la creciente desigualdad económica en el mundo entre los más favorecidos y las capas de población menos pudientes y sostuvo que las 62 personas más opulentas del planeta aglutinan tanta riqueza como la mitad de la población con escasos recursos: unos 3.600 millones de personas.

En el caso español, las veinte personas más ricas sumaron el año pasado, según estas estimaciones, un patrimonio de 115.100 millones, equivalentes a la riqueza que es capaz de reunir en conjunto el 30% más pobre de la población nacional.

Esta disparidad sigue creciendo porque, según Oxfam, que recurre a las estadísticas e informes del banco helvético Crédit Suisse, el patrimonio del 10% de la población más rica aumentó en los últimos quince años un 56%, mientras que el 30% de los ciudadanos en riesgo de exclusión y de pobreza sólo mejoró el valor de sus activos un 3% en el mismo periodo. Y en 2015, mientras el núcleo de las grandes fortunas españolas aumentó su patrimonio un 15%, el del 99% de la población cayó en esa misma proporción.

La organización no gubernamental con sede en Londres sentenció que la brecha mundial entre los ricos y los pobres se amplió "dramáticamente" en los últimos 12 años por más que el número de personas que viven en la pobreza extrema disminuyó entre 1990 y 2010: el ingreso promedio anual del 10% de las personas con recursos limitados aumentó menos de tres dólares al año en los últimos 25 años.

Oxfam reclamó medidas urgentes para atajar la "crisis de la desigualdad" y la lucha contra los paraísos fiscales y, en el caso de España, censuró una política fiscal que no ataja la evasión y elusión tributarias, grava fundamentalmente a las rentas del trabajo (aportan 9 de cada 10 euros que recauda el Fisco) y mantiene (como acaba de poner de manifiesto la oficina estadística europea) una de las presiones fiscales efectivas más bajas de la UE: 8,2 puntos de PIB (producto interior bruto) por debajo del promedio de la eurozona. Oxfam critica que mientras las ganancias patrimoniales aumentaron el 40% en 2014, la recaudación tributaria sobre los rendimientos del capital cayeron un 12,6%, lo que indica una creciente presión fiscal sobre los salarios y un sistema impositivo "cada vez más regresivo". "La brecha fiscal en España se explica porque recaudamos mucho menos de lo que deberíamos, recaudamos poco de quien tiene más, recaudamos sin distribuir apenas y tenemos uno de los niveles de evasión fiscal más elevados", denunció Oxfam.