La validez de los pactos en el seno de la patronal gallega ha vuelto a quedar en entredicho. La Confederación de Empresarios de A Coruña (CEC), se saltó ayer el acuerdo firmado este martes con las otras organizaciones provinciales de retrasar las elecciones si no alcanzaban un consenso en torno a un candidato y ofrecer así una imagen de unidad. La organización coruñesa presentó ayer por sorpresa e in extremis un aspirante a presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG). Se trata de Antón Arias, constructor y vicepresidente c la CEC que preside Antonio Fontenla, que no tendrá rival en la asamblea general del próximo viernes, en la que podría ser nombrado presidente por aclamación en caso de que ningún delegado exigiera una votación (como en 2013). Esta maniobra de los empresarios coruñeses ha cogido con el pie cambiado a las patronales de Pontevedra y Ourense, que por confiar en el acuerdo de esta semana no han podido presentar alternativas.

La candidatura de Arias fue confirmada por el secretario general en funciones de la CEG y de la confederación de Lugo, Jaime López, quien pese a que también suscribió el acuerdo para retrasar los comicios un tiempo, ayer valoraba la candidatura "sorpresa" del constructor coruñés. "Es un gran empresario que podría aunar perfectamente el consenso del empresariado gallego", argumentó. Arias contaría con el apoyo de las confederaciones de A Coruña (que suma 40 votos) y Lugo (32), así como de todas aquellas asociaciones sectoriales con mayor peso en el norte de Galicia y algunas vinculadas al sector de la construcción.

Para las patronales de Pontevedra y Ourense, en cambio, lo ocurrido ha sido una "grave deslealtad" sin precedentes en la historia de la CEG. La confederación ourensana recordó que las cuatro organizaciones provinciales se comprometieron por escrito a no avalar ni presentar "un candidato que no contara con el consenso de las cuatro provinciales", y espera que tanto Pontevedra como Lugo "no apoyen al candidato presentado". La Confederación de Empresarios de Ourense (CEO) emplaza a Arias a reconsiderar su decisión en aras de poder salvar a la organización de unas "consecuencias que podrían ser dramáticas y definitivas en la supervivencia de la CEG".

El presidente de la patronal pontevedresa, Jorge Cebreiros, no ocultaba ayer su incredulidad y "sorpresa" por lo ocurrido. "Llevamos dos meses con este proceso y en ningún momento ha salido ese nombre como posible candidato", explicó y matizó que no tiene nada en contra de Arias como "profesional y compañero", sino contra la maniobra urdida por la patronal de A Coruña para asegurarse vía libre de nuevo a la Presidencia de la CEG. La Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP) dará libertad de voto para sus 32 delegados, como en las últimas votaciones.

Los presidentes de las provinciales volverán a verse las caras el próximo martes 24 en una reunión del comité ejecutivo en la que se abordará la cita del viernes. Si no se pide votación, Arias sería proclamado presidente directamente por aclamación. Y si al final tienen que votar los cerca de 200 delegados de la asamblea, con el apoyo de A Coruña, Lugo y algunas sectoriales, Arias también sería presidente aunque iniciaría su mandato como lo terminó su predecesor: con la CEG partida en dos. Fuentes empresariales consultadas advierten de la posibilidad de que se den bajas en la organización.