El contrato temporal es la vía de acceso al mercado laboral en la actual fase de leve y lenta recuperación económica y, como advierten los sindicatos, demasiado a menudo es también frecuente que esa relación laboral no sea a jornada completa. Pero la situación parece mejorar para quien se mantiene tras esa primera oportunidad, a la vista de los datos que maneja el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), que el año pasado registró en Galicia 28.486 conversiones de contratos temporales a fijos, la cifra más alta en los últimos siete años, como destaca en un estudio la empresa de recursos humanos Randstad, tras analizar la evolución de las transformaciones de contratos de los últimos diez años.

Estas conversiones crecieron un 17,9% en la comunidad respecto a las registradas durante 2015 (24.167), lo que convierte a Galicia en la tercera comunidad con menor avance, por detrás de La Rioja -dónde sólo aumentaron un 6%-, Extremadura (+9,7%) y casi empatada con Madrid (+18,3%). Murcia, con un avance del 29%, Cantabria (+27,8%) y Asturias (+27,3%) son las comunidades líderes en repuntes, todas ellas por encima de la media estatal, que fue del 21,6%. Galicia sin embargo está a casi cuatro puntos de ese promedio.

Las conversiones registradas en las cuatro provincias no llegan sin embargo ni al 60% de las que se produjeron en territorio gallego en su año récord de la última década, 2007, con 49.100 transformaciones. A partir de entonces, la cifra disminuyó durante cinco años consecutivos, hasta las 21.583 que se dieron en 2012, la cifra más baja de los últimos diez ejercicios. Desde ese año la situación mejoró con un incremento del 32%.

La buena evolución del mercado laboral no es general a todo el territorio nacional. Cataluña es la comunidad líder en transformaciones de contratos temporales en fijos, con 117.000 casos. Esta autonomía, Madrid y Andalucía, las más pobladas, registran la mitad de todas las conversiones de España (286.000 de 582.000).

Los nuevos contratos indefinidos que antes fueron temporales aumentaron en el conjunto de España en todos los tramos de edad. El mayor incremento se produjo entre los menores de 25 años (+29%), seguidos de los mayores de 45 años (+27%), mientras que los ocupados de entre 25 y 45 años registraron un incremento del 19%, el más bajo de todos los grupos de edad en términos relativos, pero el que concentra el mayor número de conversiones, 391.563, el 67,3% del total.

El repunte durante los últimos cuatro años fue del 57,7% entre los trabajadores con formación universitaria, que representan el 19% del total de las registradas el año pasado. Crecen también entre los profesionales con estudios primarios, que aglutinan el 24,7% del total, y cuyo peso se ha duplicado desde 2007. Las conversiones se redujeron en quince puntos sin embargo entre los trabajadores ocupados con estudios secundarios, hasta los 328.053 en 2016.