La plantilla coruñesa de Alcoa ve "abocada al cierre" la planta que la multinacional estadounidense tiene en el polígono de A Grela si el Gobierno mantiene invariable -como pretende- el actual sistema de asignación de los incentivos eléctricos por el servicio de interrumpibilidad, con el que las empresas electrointensivas reducen o paran su consumo energético cuando el sistema no logra cubrir la demanda a cambio de una compensación económica. El Ejecutivo central -como sostiene en una respuesta escrita a la diputada de En Marea en el Congreso Yolanda Díaz y como ya habían adelantado responsables de Red Eléctrica de España (REE) a finales de marzo- descarta hacer cambios en el actual sistema de reparto de los incentivos eléctricos, por lo que, al menos este año, volverá a repetirse la subasta anual de la interrumpibilidad.

Esta decisión, lamentan los trabajadores de la factoría coruñesa, pone en riesgo nuevamente el futuro de planta al generar "incertidumbre" sobre los ingresos y la factura energética que deberá abonar la compañía en los próximos años. Por ello, la plantilla de A Grela insiste en reclamar un sistema "transparente, previsible en el tiempo y flexible" que garantice el futuro "de Alcoa y de otras importantes industrias" muy dependientes del precio de la energía.

"Ahora que el mercado del aluminio empieza a mejorar y que la empresa logra números positivos, nos encontramos con que no podemos elevar la producción por las limitaciones de la interrumpibilidad. Por ello, seguiremos pidiendo la modificación del sistema actual", detalló el presidente del comité de empresa de la fábrica coruñesa, Juan Carlos López Corbacho, tras una reunión con los diputados en En Marea en el Congreso Yolanda Díaz y Antón Gómez Reino. Los parlamentarios de la formación gallega comunicaron a los representantes de la plantilla que el Gobierno, en una respuesta escrita, dice "de manera categórica que no va a cambiar nada". Una decisión que, según López Corbacho, aboca la planta coruñesa al cierre "en cuanto la situación del mercado del aluminio se dé la vuelta". Por ello, el comité de empresa de A Coruña prevé iniciar la próxima semana otra ronda de contactos con los partidos políticos para solicitar su apoyo y diseñar un nuevo calendario de movilizaciones para exigir que se cambie el sistema de distribución de los incentivos eléctricos y que la Xunta actúe en su defensa.

Los trabajadores lamentan que el Gobierno se haya olvidado de la iniciativa aprobada por unanimidad -incluidos los votos del PP- el año pasado en la Comisión de Industria del Congreso para diseñar un nuevo sistema de suministro eléctrico a un precio "competitivo, estable y predecible" y le instan a recuperar ese mandato y buscar un modelo similar al existente en otros países como Alemania o Francia. "La interrumpibilidad igual tendría que ser un parámetro más dentro de ese nuevo modelo energético. Lo que está claro es que el sistema actual falla porque es una tómbola", sentenció López Corbacho.

Sobre el argumento de responsables de Red Eléctrica -firma encargada de celebrar la subasta- de que hay tantas opiniones sobre la vigencia de la puja como aspirantes a hacerse con los incentivos, el portavoz de la plantilla coruñesa aseguró que puede haber divergencias entre los pequeños consumidores -"porque el sistema incluye empresas muy diferentes"- pero no entre los grandes, como Alcoa y otras siderúrgicas, para los que la factura eléctrica supone alrededor del 50% de sus costes.