"Es impensable que los bancos puedan hacer resultados diferentes al entorno económico -explica Jaime Guardiola-. La banca funciona bien cuando la economía va bien". Por eso las dos se vieron obligadas a pasar por un profundo ajuste de deuda, que seguirá corrigiéndose durante los dos próximos años. Hay crédito nuevo, pero todavía más amortización. La financiación "sirve de acompañamiento al cambio de ciclo" y, según Guardiola, volverá a ser "el motor" del crecimiento en 2020. Durante su conferencia ayer en el foro sobre el futuro del sistema financiero celebrado en Vigo, el directivo destacó "el óptimo" comportamiento de la economía, "por encima de su potencial porque venimos de una crisis muy profunda". ¿Seguirá así? "Si no hay incremento salarial, no se podrá mantener un crecimiento como éste", advierte.

Por primera vez en la historia, la política monetaria expansiva tira del crecimiento, "pero no se traduce en inflación ni, por tanto, en subida de las expectativas salariales". "A eso se añaden también las dudas sobre los efectos de la digitalización y esa sensación de que muchos de los trabajos clásicos que ocupa la clase media, la de mayor poder adquisitivo, van a entrar en la robotización", destaca el número dos del Sabadell. Existe el riesgo evidente de que el mercado laboral se parta en dos mitades. Una con "la gente que toma las decisiones y tiene salarios más altos" y la otra con las ocupaciones "de manualidad" y retribuciones "muy bajas". "Si el mundo no resuelve algún mecanismo para que, cuando mejora la productividad, se transfiera a un incremento salarial, es un problema -insiste- de mucho calibre". Guardiola apuesta por "una agenda reformista a largo plazo" que incluya la formación para lograr "sectores y empleados con mayor calidad" , con "consenso", consciente de que España "no está para que sea fácil un pacto".