El Ministerio de Energía publicó ayer las órdenes ministeriales en las que se adopta la congelación de los peajes de electricidad y de gas para 2018. Estos peajes recogen los ingresos necesarios para cubrir los costes regulados previstos tanto en el sistema gasista como en el eléctrico. Aparte de esta parte de la factura, fija, los consumidores abonarán los impuestos y el coste de la energía.

En los últimos cinco años, esta parte de la factura que depende del Gobierno se ha mantenido constante para la luz. En el caso del gas, es el cuarto año. El ministerio prevé un equilibrio económico en los sistemas eléctrico y gasista para los próximos años que permite esta congelación, que redundará "en un impacto positivo tanto en la competitividad de la economía española como sobre el conjunto de la actividad económica", estima. En el caso del gas, se ha reducido también el precio del alquiler de los contadores.

El ministerio también publicó ayer la orden para devolver a las comercializadoras eléctricas unos 200 millones, por las cantidades abonadas por el bono social en 2014, más los intereses, según las sentencias del Tribunal Supremo.