El presidente de Inditex, Pablo Isla, sostuvo ayer durante la presentación de los resultados de 2017resultados de 2017 que una de las prioridades de la compañía fundada por Amancio Ortega es usar los recursos que tiene en caja "para invertir y garantizar el crecimiento" del grupo. De ahí que la multinacional textil haya destinado el año pasado unos 1.800 millones a inversiones, una "cifra récord" para el gigante de Arteixo, de los cuales 600 millones (un tercio) correspondieron a España. La mayoría de esos fondos fueron a parar a la ampliación y reforma de tiendas y al impulso del modelo integrado de establecimientos físicos y online, además de a mejoras logísticas (con la "actualización permanente de los centros logísticos") y sistemas. Este año prevé invertir otros 1.500 millones.

Inditex recurre habitualmente a proveedores locales para todas estas actuaciones para mantener su crecimiento y el año pasado contrató a 7.500 empresas españolas, que le facturaron más de 5.000 millones (frente a los 4.500 millones en 2016). Esa actividad externa generó además 55.000 empleos indirectos, según los datos difundidos ayer por Isla.

Otro dato importante de la contribución de Inditex a la economía es su factura fiscal. La compañía abonó el año pasado casi 6.000 millones en tributos en todo el mundo, el equivalente al 24% de su facturación, de los que 2.700 millones fueron por impuestos directos (sociedades o cotizaciones). Mientras, la aportación a las arcas públicas españolas ascendió a 1.600 millones, de los que más de 500 millones correspondieron al Impuesto de Sociedades, con un tipo efectivo del 23%. De hecho, el grupo de Arteixo aporta más del 2% de la recaudación del Estado por este tributo que grava los resultados empresariales, una importante cuantía que el grupo atribuye al "efecto sede".

Isla asegura con frecuencia que buena parte de culpa del crecimiento de Inditex la tiene su "magnífico equipo de profesionales" y ayer volvió a incidir en este aspecto al explicar la decisión del consejo de administración de la compañía de elevar a 21 a 42 millones los fondos del plan extraordinario de participación directa de los empleados en el aumento de los beneficios. Este programa implica repartir el 10% del alza de los beneficios entre los trabajadores que tengan más de dos años de antigüedad en la empresa a 31 de marzo de 2018, una medida que beneficiará a unas 88.000 personas. De esta forma, los trabajadores incluidos en el plan tendrán en abril un ingreso extraordinario de cerca de 500 euros.