-La Seguridad Social sigue en números rojos pese al récord de ingresos. ¿Se puede reconducir esta situación?

-Es muy difícil. El sistema de pensiones está mal ideado desde un principio. Es un sistema de reparto que solo se sostiene en la medida en que te ayuda la demografía. Pero el incremento de la población se está desacelerando y además la población se hace cada vez más vieja y esto no tiene visos de cambiar.

-¿Qué soluciones quedan entonces?

-Lo lógico es que se ponga más énfasis en el retraso de la edad de jubilación, aunque con excepciones para algunos sectores como los mineros, por ejemplo. Cuando se ideó este sistema, poca gente llegaba a los 65 años. Hoy en día casi todo el mundo va más allá. Yo hace 12 años que pasé la edad de jubilación y no me he jubilado, de modo que la Seguridad Social me debe unos cuantos euros. Pero creo que hay mucha gente que podría hacer lo mismo.

-¿Por dónde se podrían complementar los ingresos?

-Si con esto no fuese suficiente se podría financiar con impuestos generales, porque no le encuentro la explicación a que solo deban pagar las pensiones los trabajadores en activo, o complementarlos con sistemas de capitalización privados, aunque en España no han terminado de recibir el impulso necesario. Además, los bancos han estado cobrando unas comisiones escandalosas por los planes de pensiones.