La llegada de Carlos Negreira al Palacio de María Pita no vino con un pan bajo el brazo para el Deportivo. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, acertaba el 50% de la quiniela: "Mañana el Deportivo se mantendrá en Primera División y el domingo, el PP ganará en A Coruña. Y para ambas citas, una única receta: solo depende de nosotros mismos". Dos días después los populares arrasaban en las urnas pero el equipo se iba a Segunda División por primera vez en dos décadas.

Núñez Feijóo llegó en el cierre de campaña para acompañar a Negreira 39 minutos. Tenía prisa pero quería estar en A Coruña: "En pocos sitios nos jugamos tanto", decía el presidente de la Xunta, que había encargado a uno de sus colaboradores en los últimos años la reconquista del voto urbano en la provincia de A Coruña, como efectivamente logró. En los últimos minutos de la campaña electoral de 2011, el PP ya iniciaba la precampaña de 2012: "El domingo empezaremos a salir del pozo". Los populares prometían ser "aire fresco" en María Pita y cantaban sus grandes éxitos para atacar a los rivales: los canapés, la austeridad, los coches oficiales y la lista más votada frente a los pactos.

El resto de candidatos también bajaba el telón. El aspirante del PSOE a la Alcaldía coruñesa, Javier Losada, realizaba una maratón por los barrios desde primera hora de la mañana hasta las doce de la noche para pedir apoyos a su candidatura. "Necesito que me echéis una mano", pidió en un mitin junto al ministro de Justicia, Francisco Caamaño. "Todo voto es preciso, no para que gobiernen los socialistas, sino para que nuestros hijos tengan futuro", argumentaba.

Xosé Manuel Carril elegía Monte Alto, donde se crió y donde se definió como el político que luchará contra el modelo "depredador" del PSOE y el PP. En el barrio fijó una de las prioridades que tendría el BNG si llegaba a gobernar, la recuperación de la antigua cárcel para uso municipal, un tema actualmente enquistado en los juzgados por la falta de acuerdo con el Ministerio de Interior.