La candidata de Ahora Madrid, Manuela Carmena, reveló ayer que ya ha hablado con el cabeza de lista del PSOE, Antonio Miguel Carmona, y que tras esa primera toma de contacto ve fácil -"cuesta abajo", dijo- el camino para ser alcaldesa de la capital.

"Yo creo que sí", respondió Carmena a los periodistas cuando le preguntaron si ya se ve regidora de Madrid. Tanto es así que adelantó que hablará con la alcaldesa en funciones, Ana Botella (PP), para hacer el traspaso de poderes.

De su conversación telefónica con Carmona, la cabeza de lista de Ahora Madrid desveló que se dieron mutuamente la enhorabuena. "No hemos hablado de pacto, nos hemos saludado con alegría y contentos", afirmó.

Pero, tras insistir los informadores en preguntarle por el pacto con el PSOE, la exjuez recordó que durante la campaña hubo "una manifestación clara del objetivo común, que pasaba por unas líneas rojas, por hacer lo imposible por que no hubiera restos de actitudes de corrupción y esa frase de que tenía que volver la decencia a Madrid".

"Yo creo que estos puntos son como la argamasa que va a llegar a formar una actitud de acuerdos; no de pactos, sino de acuerdos. Se ha traslucido (de la conversación entre ambos) la alegría, acuerdos, que estamos en la cuesta abajo, que lo más difícil ya está hecho", repitió.

También adelantó que hoy llamará por teléfono a la candidata del PP, Esperanza Aguirre, que obtuvo 21 ediles, uno más que Ahora Madrid. Quiere hablar con Aguirre de una forma "más tranquila", porque quizá ella no esté "muy satisfecha" del "comportamiento" en esta campaña. Y añadió: "Yo creo que es muy bueno intentar rebajar las tensiones".

Su primera medida como futura Alcaldesa ya lo ha tomado. Ayer habló con el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, Francisco Javier Vieira, y con el juez decano de Madrid, Antonio Viejo, para analizar la posibilidad de paralizar los desahucios. "Estoy muy contenta, les ha parecido una idea estupenda", adelantó.

Entre tanto, el líder de Ciudadanos (C's), Albert Rivera, insistió en que su partido no estará en gobiernos que no encabece; dicho lo cual defendió la "centralidad" de su proyecto y anunció que ha llegado el momento de "hacer política" y "sentarse a hablar", incluso con los que no piensan igual.

Según Rivera, si PP y PSOE "asumen" que han sufrido una dura derrota, que hay que cambiar cosas y hacen autocrítica, C's pondrá encima de la mesa sus "condiciones": regeneración democrática, reactivación económica y cohesión social. Y más en concreto: listas abiertas, que los imputados por corrupción no estén en la política, el fin de los aforamientos, un compromiso para cambiar la ley de partidos y que haya primarias a nivel nacional. Si Cristina Cifuentes (PP) asume "la regeneración democrática" y los cambios, C's la apoyará.

De su lado, la candidata por Barcelona en Comú, Ada Colau, dijo que dará prioridad a acuerdos con el PSC, ERC y la CUP en la ronda de contactos que inició ayer mismo, en la que incluirá a agentes sociales, federaciones de vecinos y a la Asamblea Nacional Catalana. Colau dijo que su compromiso con el derecho a decidir de los catalanes es "firme".