Con la euforia por el llenazo conseguido en el primer mitin de campaña y las encuestas soplando a favor, el candidato del Partido Popular a la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, hizo un llamamiento a poner los pies en la tierra. "No tenemos ningún voto. No hay nada ganado", advirtió para evitar que con el exceso de confianza, se relaje la movilización y los populares se queden a las puertas de la mayoría absoluta. "No os dejéis llevar por el optimismo y tampoco por el pesimismo", añadió.

Fue un mitin donde habló de política pero donde mostró su lado más personal, coincidiendo además con la celebración de su 55 cumpleaños. Por eso confesó las "dudas" que lo asaltaron cuando tenía que decidir si se optaba a un tercer mandato y el coste que le supone presidir Galicia.

"Se necesita dedicación exclusiva, no tienes compromiso con nadie, no puedes dejar de hacer las cosas porque estés agotado o porque en tu partido no te dejan....", explicó. Pero para Feijóo pesó más su "pasión por Galicia", aunque haya que "anteponerlo a los compromisos personales o familiares".

Galicia fue, de hecho, la palabra más repetida en su discurso. Mientras su figura es un valor en alza en el PP a nivel nacional y desde la oposición le recriminan casi a diario que solo piensa en marcharse a Madrid, Núñez Feijóo reiteró durante buena parte de su intervención que quiere ser presidente "para servir a los gallegos". "Porque quiero a mi tierra y porque estoy aquí para ayudar como un gallego más", sentenció el líder de los populares gallegos.

Pero para ello necesita mayoría absoluta porque quiere "un gobierno a la gallega". "Ni un gobierno a la catalana, que es lo que quieren los nacionalistas, ni un gobierno a la valenciana, que es lo que quiere Podemos, ni un gobierno a la madrileña, que es lo que quiere Ciudadanos, ni un gobierno a la española, que es lo que quieren todos", aseguró.

Y con este objetivo hizo un llamamiento no solo a sus votantes. "A los que nos dejaron de votar, a los que votaron a otras formaciones en otras convocatorias, a muchos socialistas defraudados, os necesitamos a todos para llegar a la Xunta", apeló.

Y de nuevosacó a relucir el fantastama de la inestabilidad política. "Queremos una Galicia sin líos, ni peleas, sin líneas rojas, ni vendettas", clamó. Los avances que, según defendió, que se han logrado en las últimas legislaturas no pueden seguir si no hay estabilidad. "Ellos van a decir Feijóo no y no es no. Y yo digo sí y qué parte de sí no has entendido", advirtió.

Hizo un repaso por algunas medidas de su gobierno, como la Tarxeta Benvida o la rebaja en el tributo de Sucesiones, y avanzó que su intención si revalida mandato es "seguir bajando impuestos sobre todo a los jóvenes y al rural". De su gestión resaltó los 85.000 parados menos que en 2012 y los 50.000 afiliados más a la Seguridad Social. Esas "pequeñas victorias" son "las grandes victorias" que le llevan a afirmar que Galicia está "mejor".