"El PP puede ganar en los sondeos pero va a perder en las urnas". Así de rotundo se mostró ante más de 500 simpatizantes, en Vilagarcía, el candidato socialista a la Xunta, Xoaquín Fernández Leiceaga, que se resiste a creer en los resultados de las encuestas, ventajosos para el PP gallego, que conseguiría, según los sondeos, otra absoluta. "No hay nada decidido, depende de lo que haga la gente el próximo 25-S", lanzó Leicega, acompañado en la jornada de ayer por el secretario general del PSOE. Tras pasar martes y miércoles, dos jornadas enteras en Galicia, Pedro Sánchez regresó ayer, recién llegado de País Vasco para animar también a los votantes socialistas para sus autonómicas, que coinciden con las gallegas.

"Quedan cinco días para que se produzca el cambio en política en Galicia y Feijóo sea un mal recuerdo", apuntó Sánchez, aclamado por el público socialista, que en varias ocasiones cortó su discurso para gritarle: "¡presidente, presidente!". Sánchez también quiso minimizar los resultados de los sondeos publicados: "el futuro en democracia se escribe con el voto. Instó a los gallegos a "sentir los colores socialistas" para votar "cambio" y un gobierno de políticas sociales.

"Llevamos más de 100 años aquí y vamos a estar 100 años más. Gobernamos 100 concellos, tres diputaciones... Nosotros sabemos cómo hacerlo, sabemos cómo llevar la esperanza de todos al DOG", argumentó Leiceaga, tras la intervención de Julio Torrado, número tres, la del alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, y en compañía del número uno por A Coruña, Pilar Cancela y por Pontevedra, Abel Losada,.

Leiceaga apeló al socialismo para intentar atraer a más votantes, a hurgar en el océano de los indecisos y del voto oculto y, ayer, probó suerte en varios caladeros, o al menos "largó las redes". "Pido el voto a todos los que se sienten progresistas, que pudieron votar a otros en otro momento, a los desencantados con el PP y con las historias de corrupción", proclamó. "Si quieren cambio, tienen la opción de votar al Partido Socialista, porque va a ser fiable, serio y capaz de transformar las cosas", proclamó el candidato socialista. "A todos los que sois socialistas de corazón, vamos a hacer avanzar Galicia", apuntó Leiceaga, que advirtió que el PP gallego no se lo va a poner fácil en los próximos días. "Va a ser una campaña muy sucia, con acusaciones de unos y otros, pero que no os intimiden". En el acto de Noia, su pueblo natal, a última hora de la tarde y en presencia de su familia, Leiceaga puso el cerco y el mar en su agenda y apuntó, junto al exalcalde Miguel Paz, que no se venden "por un plato de lentejas".

Al candidato socialista le queda apenas una semana para activar la red de votantes y evitar que En Marea afiance ese segundo puesto que parecen darle las encuestas a esta altura de campaña. En este capítulo, Leiceaga recuerda lo acontecido en las generales: "iba a haber sorpasso y al final las urnas pusieron a cada partido en su sitio porque la gente votó desde sus intereses y valores", expresó el candidato socialista, que pone por delante la experiencia, la confianza y la historia de su partido para liderar un posible gobierno de cambio, de fallar la mayoría absoluta del PP gallego y frente a un Villares que se acerca al 25-S en buena posición, siempre según los sondeos.

Sánchez también trató de tocar la vena sensible, recordando a socialistas históricos: "desde Luch a María Teresa Fernández de la Vega, Felipe González, Touriño o Zapatero". El secretario general del PSOE recordó a los que implantaron las pensiones no contributivas, las normas contra la violencia de género, el sistema de dependencia, la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo, la sanidad pública: "que se ocuparon de que la educación no depende de la cuenta corriente de los padres", indicó recordando una anécdota en un colegio. "Cuanto más arrecian las críticas de la derecha contra la izquierda, más sitúan al Partido Socialista en la alternativa al Partido Popular. El PP quiere fracturar a la izquierda", apuntó Sánchez, realizando una equivalencia entre Galicia y España.

Sánchez situó a Leiceaga como garantía de cambio "serio y fiable". Con respecto al próximo 25-S apuntó: "solo el Partido Socialista puede garantizar que Galicia salga de la parálisis". Y lo apoyó distanciándose también de la fuerza que, según las encuestas, se juega el segundo puesto el próximo 25-S. Sobre En Marea, Sánchez aseguró que pasó de "una suma de ideas a una suma de decepciones". Para Sánchez, no vale un gobierno cualquiera: queremos un gobierno limpio, social, sin recortes y dialogante", y esta receta la lanza Pedro para Galicia y para España. "Creo, honestamente, que el cambio es posible y la victoria también. Hay que luchar contra la resignación y la desmovilización", proclamó para lo que resta de campaña.