El PSdeG, todo por hacer

Los socialistas piensan ya en la remontada conscientes de los errores cometidos | Apuestan por la continuidad de Besteiro y le piden un proyecto para Galicia y que fortalezca el partido

Besteiro, tras conocer los resultados del 18-F.

Besteiro, tras conocer los resultados del 18-F. / E. P.

irene bascoy

El PSdeG sabe lo que tiene que hacer. Tener un proyecto para Galicia, un líder con tiempo para darse a conocer y un partido, entendiendo por tal una estructura con mimbres suficientes que trabaje al servicio del líder y del proyecto. Saber lo sabe desde hace tiempo, cómo hacerlo … es otra cuestión. Es la receta que unos y otros exponen cuando en el PSOE gallego vienen mal dadas, y esto pasa desde hace años, exactamente desde 2009, cuando el bipartito perdió la Xunta y el PP recuperó el poder autonómico. Cuatro años antes, los socialistas habían recogido en las urnas 555.603 votos, el domingo se quedaron en 207.691. En 2005 fue el PSdeG quien sumó casi el 34% de los votos, y el 18F el testigo lo recogió el BNG con 467.074 papeletas, el 31,57%.

La cuestión que desde el domingo planea en las filas socialistas es si ahora será demasiado tarde. “Hemos renunciado a ser alternativa al PP por muchos años”, lamenta pesimista un exalto cargo del bipartito. “Es imperdonable, hemos desistido de tener un proyecto en Galicia, vamos de muleta, de subalternos de los nacionalistas y lo que es peor por mandato de Ferraz”, sentencia otro exdirigente socialista.

La esperanza intenta infundirla un dirigente de la dirección del PSdeG. “Haremos autocrítica y vamos a renacer porque la alternativa al PP en Galicia pasa por los socialistas”. Y explica su teoría. Si el domingo el cambio político hubiera pasado por Xosé R. Gómez Besteiro, hoy Alfonso Rueda estaría haciendo las maletas de Monte Pío. ¿Por qué? Porque para mandar al PP a la oposición, hay que entrar en su electorado y eso puede hacerlo el PSdeG, no el BNG. “El domingo hubo en la derecha voto al miedo, electores de centro y conservadores desencantados con 15 años de gobiernos populares volvieron a votar al PP porque temían una presidenta nacionalista”. “La cuestión lingüística, igual que en 2009, volvió a ser clave. Ana Pontón se blanqueó, pero Rueda en el debate de la TVG, aunque hizo un mal debate, fue efectivo, metió el dedo en la llaga, al inquerir sobre la cuestión lingüística y denunciar que el BNG en su programa llevaba la imposición del gallego en las aulas”.

Así que el PSdeG debe emprender su refundación, protagonizar una gran catarsis y darse tiempo porque el Bloque tiene 25 escaños y ellos, 9. Dar la vuelta a estos resultados, si es posible, no se hace de la noche a la mañana. Tampoco el BNG protagonizó su meteórico ascenso en cuatro años. Ha sido una carrera sostenida en el tiempo.

La dirección del PSdeG colgaba ayer en sus redes un mensaje de agradecimiento a su gente y prometía “comienza un tiempo nuevo”. Mientras PP y BNG salían a celebrar su victoria y colocar de nuevo su mensaje, el PSOE gallego se lamía las heridas en la intimidad. Solo un audio y una nota de prensa del secretario de Organización del PSdeG, José Manuel Lage, intentó llenar el vacío. Anunciaba “autocrítica” y valoraba la decisión del candidato José Ramón Gómez Besteiro de tomar posesión de su escaño en Galicia, renunciar al acta del Congreso y “asumir en primera persona la reconstrucción del proyecto político para Galicia”. Y es que ni eso estaba claro en el PSdeG.

Puede ser que por primera vez desde 2005, el socialismo gallego no caiga en el cainismo político y sea Besteiro el que asuma la reconstrucción del PSdeG. Desde Touriño, en cada cita electoral se estrenaba un candidato: Manuel Vázquez, Xaquín Fernández Leiceaga, Gonzalo Caballero y el domingo, Besteiro. Y a cada paso, el partido se desangraba más, perdía militancia y electores y cada vez más el PSdeG parecía la suma de baronías municipales, pero no un partido con un proyecto para Galicia, o lo que es peor semejaba la sucursal del PSOE gallego.

En la jornada de resaca electoral, no se oyó ruido de sables. Algo, pero muy poquito. ¿Por qué? Porque el domingo, todos perdieron, también Pedro Sánchez. Los que quedan en el PSOE no pueden sacar pecho en ningún territorio, y porque los errores vienen de tan atrás que no se pueden imputar solo al candidato. Y en esta ocasión, y si Besteiro se presta, como parece que es, será el lucense el llamado a iniciar la reconstrucción del PSdeG. Una labor ardua porque los males de la tercera formación en la Cámara gallega son estructurales y no coyunturales.

Ferraz tras haberse volcado en estos comicios, ayer tomaba distancia y echaba las culpas al PSdeG: “Se votó en clave gallega”. Y la respuesta de dirigentes socialistas desde la confidencialidad ahí va: “Hemos pagado años de inestabilidad orgánica”. “No tenemos organización, tenemos una estructura tan débil”, pero “la salvación no puede venir de Madrid y nuestro candidato no puede parecer el amigo de Pedro Sánchez o el delegado del Gobierno en Galicia”. “Los ministros parecían que venían a tapar a Besteiro, no a arroparlo, como si no creyéramos en él, cuando es el mejor candidato en años”. “Hemos dejado que Pedro Sánchez entregara Galicia al BNG, abandonó a Besteiro cuando vio que el cambio, si lo había, pasaba por Pontón, y mandó a su entorno mediático volcarse con el nacionalismo”. “La campaña fue malísima, dejamos que nos la marcara Ferraz. No puede volver a suceder”. “Y hubo voto de castigo al PSdeG por la amnistía que se fue al PPdeG”.

Los errores están detectados, ahora deben encontrar con la fórmula para la gran remontada. Pero lo tienen más difícil que nunca. El PPdeG está fuerte y el Bloque también, y no está dispuesto a ceder el terreno ganado con tanto sudor. El renacimiento del PSdeG será arduo y exige paciencia. Será una tarea a medio-largo plazo. “Necesitamos tiempo. Touriño llegó a la secretaría xeral del PSdeG en 1998 y hasta 2005 no tocó la Xunta”, advierte un cargo socialista.

Lage, dispuesto a la autocrítica, pide “unidad para construir un proyecto en clave de país”

La única voz de la dirección gallega que salió ayer a hablar fue la del secretario de Organización del PSdeG, José Manuel Lage, y lo hizo para calificar los resultados de estas elecciones autonómicas de “muy malos”, asumir que había que hacer “autocrítica” y plantear que los socialistas abran una nueva etapa para “desde la unidad, construir un proyecto político en clave de país”. También apostó por el cabeza de cartel el 18-F, José Ramón Gómez Besteiro, para la reconstrucción de partido, tras perder cinco escaños y pasar de 14 diputados a nueve en la Cámara autonómica. Mañana se reunirá la Ejecutiva de los socialistas gallegos y a comienzos de marzo el Comité Nacional del PSOE gallego, y en ambos encuentros “toca hacer autocrítica” tras unos “muy malos resultados”. Se impone un “análisis profundo” de los resultados “siendo conscientes del mensaje que nos mandaron los gallegos”, explicó Lage. En la jornada electoral del domingo, el candidato socialista a la presidencia de la Xunta, José Ramón Gómez Besteiro, admitió su derrota, pero se comprometió a trabajar desde la “oposición” desde el Parlamento gallego, lo que implica que renunciará a su escaño en el Congreso. Lage quiso ayer poner en valor la decisión de que Besteiro quiera “liderar en la Cámara autonómica al PSdeG y asumir en primera persona la reconstrucción del proyecto político para Galicia”.

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