Christoph Schnitzler, director de Audias en A Coruña y con más de 30 años de experiencia ha ido introduciendo paulatinamente y con éxito, equipos de diagnóstico de alta calidad, protección auditiva, tecnología inalámbrica y soluciones para el oído de cada paciente en relación con su medio ambiente particular. Esta labor es posible dado el conocimiento de que "es y será la tecnología aplicada a la salud la que nos permitirá tener una mejor calidad de vida", afirma Schnitzler.

Ahora acaba de invertir en un nuevo equipo de medición y ajuste capaz de realizar pruebas psicoacústicas, esto es un sistema que permite ver y conocer lo que realmente está oyendo el paciente, sin interpretaciones y con toda la objetividad de una ciencia que estudia las propiedades físicas del sonido.

Es importante destacar que la psicoacústica, es una disciplina que cada vez adquiere más importancia en la adaptación audio protésica, ya que se ocupa de la relación entre las características del sonido y la sensación auditiva que provoca. Esta sensación, en función de la presión sonora, nos permite cualificar mejor entre sonidos fuertes y débiles. La evolución de la tecnología en el audífono digital ha ido avanzando de una manera espectacular pero no así los sistemas de medición y ajuste al oído de cada paciente.

Hasta ahora el audioprotesista trabaja con sistemas de ajuste basados en estadísticas establecidas por cada fabricante de audífonos y midiendo con una sonda la respuesta del audífono delante del tímpano del paciente y ajustando mediante la comunicación directa con él a través de preguntas y respuestas.

Con el nuevo sistema CPCA Categorización psicoacústica del campo auditivo, que lleva funcionando en Alemania desde hace más de seis años con éxito reconocido, el profesional puede saber de qué forma llega el sonido al cerebro de cada paciente, con o sin audífono, y saber qué sensación le produce ese sonido en particular.

De esta manera se puede medir y ajustar el audífono al máximo a cada individuo y de forma única y personalizada. Un proceso más laborioso pero que merece la pena ya que, finalmente, el audífono estará adaptado de una manera exacta y fiable a cada individuo, además de permitir que el paciente sepa cuál será su evolución con sus audífonos a corto, medio y largo plazo.