La empresa adjudicataria del servicio de limpieza de los edificios municipales en Culleredo dedicará a estas labores cerca de un millar de horas a la semana.

El Ayuntamiento acaba de otorgar de forma provisional este contrato, cuya duración es de cuatro años, con posibilidad de prorrogarlo otros dos. Con un presupuesto de 651.697 euros al año, la inversión municipal superaría los 3,9 millones de euros a lo largo de todo el período que establece el contrato.

El pliego de condiciones en el que se detallan las labores a realizar en los 49 edificios de propiedad municipal -incluidos centros de enseñanza- se especifica que la empresa deberá dedicar 959 horas a la semana o, lo que es lo mismo, 3.826 horas mensuales.

El alcalde, Julio Sacristán de Diego, destaca el esfuerzo realizado en la limpieza de los colegios públicos. "Necesitan una atención continuada para garantizar el buen estado de las instalaciones para los cientos de alumnos que acuden a diario a clase", subraya. El centro en el que más tiempo se trabajará será en el colegio de Tarrío y O Curro, con 14 horas al día, cinco días a la semana.

Otras de las instalaciones que acumularán una dedicación mayor son las deportivas. El Gobierno local apuesta por un mantenimiento continuo para que los recintos ofrezcan unas condiciones adecuadas tanto para el uso de los deportistas como de los escolares.

El Aula de Natureza del jardín botánico, el Edificio de Usos Múltiples de O Burgo, el centro de la tercera edad Sara Vázquez o la casa consistorial, son otros de los inmuebles beneficiarios de este contrato. También se incluyen los centros de salud, las dependencias de los servicios de emergencias y autoridades o locales sociales.

En algunos recintos, la adjudicación del contrato lleva implícito el desarrollo de las labores de conserjería del edificio. Es el caso del polideportivo de Almeiras o del situado en el colegio Sofía Casanova, así como del jardín botánico de O Burgo. Estas funciones comprenden el control de usuarios, la atención al cliente y al público en general, y la supervisión del cumplimiento de las normas de utilización de las instalaciones.

Además, el contrato obliga a la empresa a que los productos de limpieza que utilice sean biodegradables y respetuosos con el Medio Ambiente, lo que tendrá que acreditar con los oportunos certificados, que se presentarán anualmente en el departamento municipal de Medio Ambiente.