Los percebeiros se enfrentan a diario con numerosas dificultades para conseguir el preciado crustáceo. Los profesionales del sector son conscientes de los riesgos que corren y la peligrosidad que entraña este trabajo, aunque a veces bajan la guardia, lo que les puede acarrear consecuencias fatales.

La Asociación de Artes Menores de Galicia (Asoar-Armega) presentó ayer en Corme, un lugar emblemático por el percebe de O Roncudo, una guía de buenas prácticas sobre la extracción del crustáceo. En los folletos se plasman los principales riesgos que entraña esta profesión y las medidas preventivas básicas para una extracción segura, que raramente se cumplen. El principal objetivo de esta iniciativa es concienciar al sector para reducir el número de accidentes. "Lo importante es la prevención para salvar vidas humanas", destacó uno de los miembros de la entidad, Luis Rodríguez. Otro de los objetivos es la reducción de las enfermedades profesionales.

Las guías se dividen en tres apartados diferenciados por colores. El primero, identificado con el amarillo, recoge una breve descripción del trabajo de los percebeiros y todos los útiles que se precisan para llevarlo a cabo. En naranja está marcado todo el proceso extractivo, que es el que tiene un mayor peligro, y en color rojo se recogen todas las medidas necesarias para realizar la actividad. Las guías fueron elaboradas y presentadas por técnicas de prevención de la entidad.

Para la elaboración también se contó con la colaboración desinteresada de mariscadores de Corme y Aguiño, otro de los lugares de referencia para el sector percebeiro. La iniciativa fue financiada por la Consellería de Traballo.

En el acto de presentación también estuvieron el subdelegado del Gobierno, José Manuel Pose Mesura; el alcalde de Ponteceso, José Luis Fondo Aguiar; y la directora provincial del Instituto Social de la Marina, Mari Paz Gómez Vázquez. Pose Mesura felicitó a la entidad por llevar a cabo esta iniciativa e insistió en que debería extenderse a otro tipo de artes. El subdelegado del Gobierno, vecino de A Costa da Morte y con familiares percebeiros, reconoció que el preciado crustáceo "es muy barato" si se tiene en cuenta el peligro que entraña esta profesión. Además, recordó que las aguas de la comarca son muy peligrosas, tal como su nombre indica.