La red de vigilancia y control atmosférico de la central térmica de As Pontes detectó los pasados 14 y 15 de septiembre "elevadas concentraciones de ozono", un gas nocivo para la salud y el medio ambiente. Un total de cinco estaciones de medición asociadas a la central midieron este incremento de gas contaminante y una de ellas, la de Fraga Redonda en As Pontes, fue la que registró un aumento que superó el denominado umbral de información, el límite a partir del cual es obligatorio que la Comunidad Autónoma informe a la población.

El nivel observado en As Pontes superó los 180 microgramos por metro cúbico durante una hora, un umbral a partir del que, según la legislación vigente, es obligatorio que el Gobierno gallego ofrezca una "información mínima" a la población: dónde se ha detectado este incremento y a qué horas, así como una previsión para el día siguiente además de datos sobre a qué población afecta, posibles efectos sobre la salud y el medio ambiente, y las precauciones que se deben tomar ante determinados síntomas.

La Consellería de Medio Ambiente, no obstante, considera que cumplió este trámite obligatorio al colgar un informe en su página web, en un apartado denominado Calidade do Aire, en el que ofrece las horas y duración de este episodio de elevado nivel de ozono.

El informe no está datado, aunque en un enlace pone la fecha del 14 de septiembre de 2009, es decir, el primer día que se detectó este fenómeno. Sin embargo dicho informe también contiene datos del día 15, así que no se pudo colgar ese día en la web. "La Xunta no informaba a la población de cuándo se superaban los niveles de ozono hasta que nosotros lo denunciamos al Valedor do Pobo en julio pasado por un caso en Pontevedra. Vamos a insistir ahora con los datos de As Pontes porque creemos que con informar solo en la web no se cumple el trámite, nadie conoce ese apartado. Por lo menos, enviar una nota de prensa", explicó Xosé Veigas de la asociación ecologista Verdegaia.

La Consellería, en su informe de los niveles detectados en As Pontes, no explica por qué se pudo producir ni en el dictamen ni al ser preguntada en dos ocasiones al ponerse en contacto con este departamento. En los primeros párrafos del informe, no obstante, Medio Ambiente sí deja muy claro quién no tiene la culpa: estos excesos "no pueden atribuirse al funcionamiento de la central térmica de As Pontes" porque en las cinco estaciones de la red a las mismas horas se detectaron estos niveles y todas ellas están "situadas en diferentes direcciones" con respecto a la planta de Endesa.

Los pasados días 14 y 15 de septiembre fueron especialmente calurosos en Galicia, donde se superaron los 30 grados en casi toda la comunidad y muchos aprovecharon para acudir a la playa. Precisamente la presencia de ozono se produce en entornos urbanos, por el tráfico; o industriales, por la presencia de fábricas que queman combustibles fósiles como puede ser el carbón. El ozono aumenta cuando estas emisiones coinciden con circunstancias de elevadas temperaturas y baja velocidad del viento.

Cuando se detectan elevados niveles de ozono las áreas urbanas o industriales que lo producen no son las afectadas sino las rurales y suburbanas porque el ozono tarda hasta días en reaccionar ante la exposición al sol y se desplaza. Ese desplazamiento se constata, en el caso de As Pontes, en que este incremento de gas contaminante se detectó en varias estaciones, además de en dos en esta localidad, una en San Sadurniño y hasta en Lugo. La nube contaminante también fue registrada en Santiago de Compostela, en este caso con un índice aún mayor al superar la media de 120 gramos por metro cúbico durante ocho horas, lo que supone llegar al umbral de protección de la salud humana.

Las altas concentraciones de ozono producen síntomas como tos, irritación en los ojos, dolor de cabeza, mareos o ataques de asma. Los que más lo notan son niños, mayores y personas con problemas respiratorios.