. n una ejecución política sin precedentes ni compasión, la concejala Maite Iraola ha acabado con la fulgurante carrera de su hija, Leire Pajín. Cuando firmaba la moción de censura de Benidorm, tenía que saber por fuerza que no escenificaba una disonancia interna del PSOE, sino que desacreditaba a la secretaria de Organización -el título redondea el sarcasmo- que lleva su sangre, aunque el cemento una más que los genes.

De paso, exteriorizaba la patología que puede dar al traste con la democracia contemporánea, su deriva dinástica. Si el parentesco como criterio preferente de encumbramiento sería tolerable en la derecha que pregona valores familiares, abochorna su proliferación en partidos de izquierda que deberían defender la meritocracia a rajatabla.

Si Pajín madre perteneciera a cualquier otro partido, las desavenencias con Pajín hija se circunscribirían a la intimidad familiar y al cotilleo intrascendente. Cuando al vínculo genético se le suma la dependencia jerárquica desde salarios y cargos públicos, se disparan las alarmas. Los propios socialistas estimulan las sospechas de una componenda con la concejal tránsfuga. Cabe incluso barajar la hipótesis de que la concejala de Benidorm reproduzca la estampa bíblica de Abraham sacrificando a su propia hija en provecho del PSOE, porque se ha mostrado sobradamente falta de preparación para su cometido en la estructura del partido.

Corea del Norte es el único país donde tienen sentido las dinastías políticas. Los Castro, los Kirchner o los Clinton -ya se habla de las posibilidades de Chelsea- se limitan a parodiar el modelo norcoreano. El privilegio de la consanguinidad se refugia bajo el paraguas de la libertad, aunque los políticos confían únicamente en sus familiares porque han dejado de hacerlo en el resto de los ciudadanos. Siempre innovadora en las figuras de transición democrática, España podría ofrecer el primer caso de nepotismo en que un partido destituye a una alto cargo para sustituirla por su madre, que ha demostrado mayor contundencia en el desempeño de sus funciones.