En una cervecería que frecuento hay una foto mural que hace que me acuerde de un achacoso autobús Dodge de mis años de crío; con el recuerdo, ahora lo estoy viendo bajar la cuesta del Miradero, en Toledo, aguantando con marchas cortas para no recalentar los frenos hasta llegar a la Puerta de Bisagra, y entonces, en lo llano, ya se dejaba ir con normalidad. ¡Cuántas veces he vivido, y recordado, esa escena! En la foto mural comentada se ven tres camiones de reparto de Estrella Galicia; un Ford Thames, con matrícula C-21.170; y dos Dodge D15 con placas C-6345 y C-6368, en los tres pone en el parachoques Gas-Oil. ¿Y qué interés tiene esto? Esos datos nos hablan de la antigüedad de los Dodge D15, camiones que circularon desde 1943, llegados muchos a la bloqueada España después de haberse dejado media vida por los frentes de la II GM, y las carreteras europeas, y que siguieron rodando años después -resultó un excelente camión-, cambiando sus motores de gasolina por los diesel, el Perkins y también luego el Barreiros. Un Dodge D15 era el camión mediano cargado de bidones de nitroglicerina que se volatilizaba en la película El salario del miedo (1953) dejando una balsa de crudo que manaba del oleoducto reventado, y que el otro camión -un pesadote Reo con más nitroglicerina, ¿lo recuerdan?- tuviese que cruzar penosamente para llegar a apagar el incendio de unos pozos petrolíferos. Y todo esto, por un mural en una cervecería.