Saben aquel que dice que un hombre llega a un bar, se acoda sobre el mostrador y pide un café? El camarero se lo sirve y pasa la bayeta a la barra sin quitarle el ojo de encima. Al cabo de un rato, le habla así:

-Perdone usted, caballero, pero he estado observándolo y he llegado a la conclusión de que es usted bombero.

-¡Caramba, eso sí que es ojo clínico! ¿Y cómo lo ha adivinado? -le pregunta el cliente.

-Muy sencillo, señor: es usted muy alto, musculado, con mirada decidida y valerosa, de manos fuertes, expresión alerta y ágiles movimientos.

-¿Y solo con esos datos ha deducido usted mi profesión? -replica el bombero.

-Bueno, la verdad es que ha ayudado un poco que lleve usted una manguera enrollada al hombro, un casco y botas, guantes ignífugos, un hacha, un uniforme naranja con la inscripción Cuerpo de Bomberos y que haya entrado aquí tras bajarse de ese camión aparcado fuera donde pone Cuerpo de Bomberos.

Bien, pues tal que el camarero son los expertos en lo obvio, los adivinadores del pasado, los profetas de lo que fue (oxímoron), tantos y tantos y tan abundantes sacamuelas timadores (pleonasmo) que en prensa, radio, internet y, sobre todo, televisión venden el conocer a fondo la personalidad ajena basándose en su expresión corporal o gestual o como se quiera decir. Ojo: no me refiero a los buenos profesionales que estudian la comunicación no verbal y saben quiénes son Flora Davis o Albert Mehrabian, Paul Ekman o Roland Barthes. Me refiero a los mindundis caraduras con un supuesto título extravagante (no sé: "Máster en Comunicologilización por la Universidad de Yoknapatawpha", por ejemplo) que van de estirados por la vida y peritos de lo evidente contándonos, como si fuera gran ciencia de la fetén, lo que no va más allá de sumar dos y dos con los dedos.

La presentadora (o "conductora") del programa de la tele, tras preguntarse cómo cabe interpretar la actitud de Don Famoso de Tal, cuyas imágenes acabamos de ver, invoca la presencia en el plató del listo de guardia ("Profesor adjunto de Ciencialidades en la Escuela Corporaticientativa de Am Timam y natural de Reus", digamos) quien cabecea, se soba el mentón y dictamina:

-Don Famoso de Tal sufre lo que llamamos los expertos una situación de gran estrés, es decir un great stress o GS en las siglas que solemos utilizar los científicos. Su inestabilidad psíquica, la psychic instability (PI) subsiguiente o previa desencadena procesos de ira incontrolados, conocidos como uncontrolled anger processes (UAP), que pueden, en la mayoría de los casos, afectar a su entorno y reducir su capacidad volitiva, sobre todo cuando el sujeto manifiesta ese estado que vemos en el vídeo y que cabríamos calificar como etilismo puntual, aunque algunos colegas se inclinan por denominarlo drunk as a monkey" (DAAM).

-Ajá -asiente la sedicente periodista-. ¿Y en qué basa su diagnóstico, profesor?

El "profesor" no confiesa que basa su diagnóstico en lo que hasta cualquier tonto vería en las dichosas imágenes, es decir, a Don Famoso de Tal pegando voces muy excitado (GS), dando tumbos de un lado a otro (PI), insultando a voces y liándose a puñetazos con quienes lo grababan (UAP), y con una borrachera de 8,5º en la Escala Richter (DAAM). Uno de esos embaucadores del lenguaje corporal sostendrá que Doña Famosa de Cual atraviesa un momento depresivo tras verla llorando en una foto. Otro, que muestra síntomas de recuperación de un estado de ansiedad previo cuando en la pantalla sale la señorita tomando el sol en Lanzarote. Así sucesivamente. Son esos individuos y son esas individuas que identifican muy bien a un bombero cuando va vestido de bombero, pero que nunca reconocerán a un falsario bribón porque no tienen en casa espejo donde mirarse.