El alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, ha encargado a todas las concejalías que elaboren cuanto antes sus necesidades económicas y programas para ultimar la propuesta de Presupuestos de 2017 que el Gobierno local presentará a los demás grupos municipales para su negociación.

La iniciativa de la Alcaldía se adelanta más de un mes al proceso del año pasado para evitar el retraso en la aprobación de las cuentas en el caso de que las negociaciones se compliquen, como ocurrió en el último ejercicio.

Estos presupuestos, marcados como los anteriores por una imperativa necesidad de consenso, al estar el Gobierno en minoría, están además legalmente condicionados por el grado de ejecución de las cuentas de este año, cuya entrada en vigor se atrasó hasta mayo por el persistente bloqueo político en las negociaciones. Fueron aprobadas finalmente con los votos de Marea Atlántica y PSOE tras unas dilatadas y controvertidas conversaciones y enmendadas con unas modificaciones pactadas por socialistas y populares.

Así pues, el consenso político para alcanzar en tiempo unos idóneos Presupuestos para la ciudad de A Coruña en 2017 no solo abarcará al contenido de las propias cuentas que se aprueben para el año próximo, sino que se deberá extender también al objetivo del mayor grado de ejecución posible en las de este ejercicio.

Las directrices que maneja para 2017 la concejala de Facenda, Eugenia Vieito, ponen el acento en la prioridad del gasto social para corregir en la ciudad las consecuencias desfavorables de un crecimiento económico que tanto en España como en Galicia sigue sin ser el deseado. Equilibrar las desigualdades económicas entre los coruñeses y garantizar los servicios sociales sigue siendo el principal enfoque de un Ejecutivo que ya este año impulsó con el apoyo de PSOE y BNG una pionera prestación de renta social para las familias más necesitadas, pendiente de su definitiva aprobación. La previsión es que la ordenanza definitiva que permita su puesta en marcha vaya a pleno a mediados de agosto, una vez que se resuelvan las alegaciones presentadas por los grupos de la oposición y otros colectivos.

Las próximas cuentas incluirán también otra medida inédita. La gran novedad para 2017 radica en la reserva de un millón de euros para una inversión decidida a través de un proceso de votación pública entre los vecinos. El plan ha sido definido como "piloto" por el Gobierno local con el objetivo de poder aumentar esa cantidad en años próximos.

Cerrado ya el plazo de presentación y apoyo de propuestas a través de la plataforma A Porta Aberta, los técnicos municipales se encuentran ahora recopilando los votos emitidos y evaluando la viabilidad técnica y económica. De ahí saldrá una lista final que se someterá a una última votación abierta a los coruñeses, tanto telemáticamente como de manera presencial. El área de Facenda hace hincapié también en el texto remitido al resto de departamentos municipales, en que las inversiones en proyectos y obras respondan a las necesidades de la ciudadanía y que se distribuyan equilibradamente entre los barrios, compensando a aquellos con necesidades mayores.

Las directrices del Gobierno local inciden igualmente en mejorar la eficacia de los servicios públicos mediante una mayor fiscalización e inspección de las concesiones municipales.

El alcalde, Xulio Ferreiro, ha pedido a todos los grupos de la corporación para agilizar las negociaciones sobre los presupuestos, con el objetivo de que pueda entrar en vigor en los primeros días del próximo año.

Los socialistas, cuyo apoyo resultará decisivo para la aprobación de las cuentas, al igual que en este pasado ejercicio, afirman que estudian con entidades ciudadanas las prioridades que defenderán en esas conversaciones y reclaman al Ejecutivo datos sobre el grado de cumplimiento de las enmiendas introducidas en el presupuesto de este año.

Es de esperar que el entorno electoral que coincidirá con el arranque de estas negociaciones no prime sobre el compromiso que los líderes políticos locales deben a los coruñeses. El Gobierno local tiene la obligación de informar con detalle a la oposición sobre el estado de la ejecución del presupuesto actual y muy especialmente al PSOE, que ha venido siendo el socio preferente para sacar adelante la acción de gobierno. La oposición, por su parte, debe evitar caer en la tentación de bloquear o atrasar las negociaciones por estrategias marcadas por las urnas.

Todos los grupos coinciden en apostar por un mayor gasto social y la generación de empleo. Lo que indica que hay una base de partida razonable para entenderse. Una actitud irresponsable que impida que los Presupuestos puedan entrar en vigor a tiempo el año próximo solo servirá para perjudicar precisamente esas intenciones de progreso y despegue de A Coruña que todos proclaman.