El arte de equivocarse

Nuestro alcalde busca pactos con el PSOE local "en bien de la ciudadanía", asegura, y aislar al PP, partido mayoritario y, en ocasiones, poder prescindir del BNG. Don Xulio, que debiera prodigarse como un político dialogante, con su terquedad en vez de estimular el debate lo sofoca. Es esta una forma que resta autoridad y poder persuasivo si además se utiliza un lenguaje de inversión en el que prima la ideología, cuyas ocurrencias se basan en las expectativas, mientras los ciudadanos se basan en la realidad. Los ejemplos de la renuncia al convenio con la Asociación de Emprendedores, el abandono del mercado de Santa Lucía, el encierro del tranvía turístico, el incierto destino del futuro Museo de la Automoción, la retirada de faroles de María Pita, la constante fricción con la Autoridad Portuaria y con la Xunta evidencian cómo la política local puede convertirse en el arte de equivocarse. La ideología del Gobierno municipal se hace tan palmaria y contumaz, que sus miembros se manifiestan como facsímiles, en lugar de esparcir ilusión y confianza. Sería saludable que tuvieran en cuenta que en La Coruña, tradicionalmente, se sabe escuchar y aquí la conversación y el diálogo espantan los monólogos. Resulta simbólica la retirada de los faroles de los soportales de la plaza de María Pita, ágora de la ciudad y centro existencial de la vida coruñesa. Bajo sus bóvedas se albergan años de nuestra historia, que necesitamos conocer y que nos siga ilustrando. Cegarlos constituye el antídoto de la luz, privilegio de nuestra urbe, siempre ávida de la claridad.