El secretario general de Cáritas Española, Sebastián Mora, alertó ayer en A Coruña de que el índice de la población con pobreza relativa en Galicia se situó en un 21% en el último año, dos décimas por encima de la media española, ya que más de 580.000 personas en la comunidad gallega no alcanzan ingresos que superen el 60% del salario medio. Mora presentó estos datos de la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) del 2010, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en la firma de un convenio con la Fundación Barrié para renovar por tercer año consecutivo el Programa de Ayudas de Emergencia Social para Familias.

En el 2010, Cáritas Diocesanas de Galicia recibieron más de 100.000 solicitudes y atendieron a 70.000 personas, lo que supone el doble de demanda en los últimos tres años. El 86% de esas ayudas tiene una repercusión directa en las familias y el 14% son para personas que viven solas.

Según el representante de la ONG, dicho incremento se debe a que en época de auge económico "la vulnerabilidad de la sociedad española ya era muy grande" con un índice de pobreza del 19,5 % durante el 2008 y un 4% de pobreza severa. En esta etapa "la tasa de empleo no había bajado, al tiempo que aumentaba la desigualdad social".

Mora también se mostró pesimista de cara a este 2011 porque va a ser "un año muy duro", en lo que se refiere a los efectos de la crisis. "Los ahorros familiares se han ido gastando, la tasa de paro no tiene trazas de bajar y se ha reducido la protección social", explicó. Además, advirtió de que el futuro de la sociedad está "roto por abajo" pues la tasa de pobreza infantil en España alcanza el 24,5%, lo que supone una de las más altas de la Unión Europea (UE), sólo por detrás de Grecia y Portugal.

Para aportar su granito de arena con la problemática económica actual, la Fundación Barrié y Cáritas Española firmaron ayer un convenio con la que renuevan su colaboración en el Programa de Ayudas de Emergencia Social para Familias. Las cinco Cáritas Diocesanas de Galicia pondrán en marcha esta propuesta por tercer año bajo la coordinación del organismo nacional.

La entidad destinará 300.000 euros a la concesión de ayudas puntuales y directas para las familias gallegas cuya situación económica ha empeorado debido a la pérdida de trabajo de algún miembro de la unidad familiar en esta época de recesión. Los interesados deberán presentar su solicitud durante todo el año con la documentación necesaria que acredite los requisitos exigidos. En los dos primeros años del programa, la Fundación Barrié atendió a más de 1.800 familias y en esta convocatoria completa una dotación de 900.000 euros en tres años.

"La solución a la crisis no está en nuestras manos, pero no podemos permanecer ajenos a sus consecuencias y nuestra aportación a este proyecto en tres años ha sido modesta si se compara con la magnitud del problema", señaló ayer la vicepresidenta de la Fundación Barrié, Pilar Romero. Sin embargo, calificó la iniciativa de "valiosa y pionera" porque ha servido de ejemplo a otras asociaciones.

Las ayudas de emergencia social se destinan a combatir las consecuencias de la "nueva pobreza" mediante el apoyo para los gastos familiares básicos y la formación para el empleo. El director general de la fundación Barrié, Javier López, indicó que en muchas de las familias beneficiadas en estos dos años "nunca habían recurrido a Cáritas" y otros a los que la ONG ha ayudado a reinsertarse "han vuelto porque no han podido salir adelante".

López también confirmó la aparición de un nuevo perfil de usuario de estos servicios. Se trata de hogares encabezados en un 65% de los casos por mujeres con cargas familiares compartidas, aunque también abundan las familias con presencia de menores. El responsable de la organización coruñesa añade que la mayoría son "jóvenes desempleados" procedentes de núcleos familiares acomodados, que en poco tiempo "se han visto en la calle" y debido a su "inexperiencia" en este tipo de situaciones, "hasta ahora no habían demandado apoyo". Por otra parte, el 20% de los nuevos usuarios tienen una buena formación y aún así "tienen dificultades para salir de realidades críticas".

De los 300.000 euros anuales que la entidad invirtió en el 2009 y el 2010 en el proyecto, más de la mitad (un 53%) se usaron en sufragar la hipoteca de las viviendas de los atendidos porque, según López, "la pérdida del hogar es un gran salto hacia la exclusión". El presupuesto restante se dedicó a gastos de alimentación y a la inserción laboral.

En Galicia, el 57,86% de los fondos de Cáritas son públicos y el 42,14%, privados. Sebastián Mora apeló a la colaboración de las entidades tanto públicas como privadas para "mantener la esperanza", mientras que Javier López destacó la importancia de las aportaciones anónimas.