El glaucoma es la principal causa de ceguera y afecta al 3% de los gallegos, pero más de la mitad de los pacientes lo desconocen hasta que pierden gran parte de la visión porque es difícil identificar los síntomas. El oftalmólogo del Hospital de A Coruña, Manuel Cordido, que imparte hoy una charla en el centro cívico de Monelos aconseja hacerse revisiones periódicas para coger la enfermedad a tiempo.

-¿En qué consiste exactamente el glaucoma?

-El glaucoma es un grupo de enfermedades que afectan al nervio óptico y provocan una pérdida de visión paulatina, pero como la patología evoluciona lentamente el paciente no se da cuenta hasta que el problema está muy avanzado. El campo visual periférico se va haciendo más pequeño de forma que solo se ve por la parte central y aumenta la presión intraocular.

-¿Qué factores influyen en su desarrollo?

-A medida que avanza la edad, sobre todo a partir de los 40 años, hay más posibilidades. Además, la tensión ocular es mayor con el paso del tiempo, aunque eso no quiere decir que no se pueda tener glaucoma antes. Es una patología donde la genética tiene mucho peso y en la que también influyen los antecedentes familiares. Otro factor es la raza porque personas de color tienen más opciones de sufrir esta enfermedad. Por otra parte, el ambiente determina el glaucoma más frecuente en cada zona, lo que explica que en Asia o África predominen tipos diferentes que en España. El hecho de padecer diabetes o fumar puede intervenir en su desarrollo pero en menor medida que los supuestos anteriores.

-¿Qué se puede hacer para que la gente vaya más al oculista?

-Hay que concienciar a la gente de que la única forma de diagnosticar el problema es a través de controles oftalmológicos periódicos. Las personas entre 20 y 30 años deben hacerse una consulta cada tres o cuatro años y desde los 40 años cada dos. A partir de los 60 años es recomendable someterse a una revisión por lo menos una vez al año. Estas indicaciones son aproximadas porque si hay antecedentes familiares u otros factores de riesgo la vigilancia debe ser más frecuente y rigurosa.

-¿Por qué es tan importante detectar a tiempo esta patología?

-Antes de los 40 años no suelen darse glaucomas muy graves y todavía podemos actuar y prevenir. Sin embargo, el tratamiento no es reversible y no podemos aspirar a recuperar la visión que ya se ha perdido. Con la terapia que empleamos lo único que se consigue es ralentizar el avance y evitar que se llegue a la ceguera.

-¿Cuál es la incidencia del glaucoma en Galicia?

-Es una de las mayores causas de ceguera y se estima que el 3% de los gallegos lo tienen o están en riesgo de padecerlo. Esta cifra es similar al resto de las comunidades, aunque aquí predomina el glaucoma pseudoexfoliativo, que suele presentarse después de los 70 años, más tarde que el crónico simple. Lo más grave es que el 50% de los gallegos desconocen que sufren esta enfermedad hasta que notan pérdida de visión y la única forma de detectarlo es acudiendo al oculista.

-¿Cree que han aumentado los casos en los últimos años?

-La gente cada vez está más concienciada y llegan más pacientes a la consulta, pero eso no quiere decir que haya más casos. La tendencia se mantiene estable, quizás porque el glaucoma tiene un componente genético importante, a pesar de que depende bastante del medio o que es importante tener cuidado con alguna medicación como los corticoides porque pueden subir la tensión ocular. Sin embargo, no ocurre como con la diabetes cuya incidencia depende de factores externos como llevar hábitos de vida saludables.

-¿Se ha mejorado la atención?

-Los avances tecnológicos como la tomografía o el estudio de campo visual han permitido un diagnóstico más precoz. En cuanto al tratamiento, hasta ahora se usan colirios que controlen la presión intraocular, pero se está investigando con medicación para salvar las células de la retina.