Alertada por varios titulares de prensa que se hacían eco de las muertes de personas mayores de 80 años en días consecutivos, mientras realizaban tareas agrícolas, desorientados, o por incendios en cocinas o lareiras en los fríos inviernos del rural gallego, la Sociedad Gallega de Gerontología hizo público el cómputo del número de ancianos que viven solos en la comunidad. Un informe ahora actualizado, que pone rostro humano a la dispersión rural del interior gallego y a la crisis poblacional.

Casi un tercio de los 185.000 mayores de 80 años que viven en la comunidad -unos 56.000- residen solos en núcleos de población rurales y dispersos, de menos de 500 habitantes, según ratifica el presidente de la Sociedad Gallega de Geriatría y Gerontología, Andrés Vázquez. Solos o con mayores de 70 años, matiza. Esto hace que Galicia se encuentre entre las comunidades con mayor aislamiento de Europa, aunque la única. "La dispersión, ruralidad y ancianidad tienen alerta a las sociedades científicas de toda Europa", añade. No en vano, recientemente la Consellería de Traballo e Benestar, basándose en los datos del Instituto Galego de Estadística (IGE) sobre el número de mayores de 65 años que viven solos, anunció su disposición de tenerlos localizados.

De las 620.000 personas mayores de 65 años que actualmente residen en Galicia, unas 350.000 viven solas o con otras mayores de 70 años -que normalmente están a su cargo-. En un número mayor son mujeres, ya que son más longevas. Pero además, como se ha citado, el 30% de unos 185.000 ancianos que superan los 80 años viven en zonas aisladas geográficamente. "Ya están cuidando los de noventa a los de ochenta, pero es que en ese núcleo puede que no haya jóvenes", asegura Andrés Vázquez, "quedan en una situación de vulnerabilidad, cuatro ancianos solos en una aldea y a veces en infraviviendas".

Los geriatras gallegos piden para ellos reforzar el servicio de teleasistencia, ya que estiman que tiene beneficios demostrados y, según los últimos datos de los que disponen -de 2009-, los 12.500 usuarios solo representan el 4% del total de este grupo de población. Apuestan por la red de servicios sociales de proximidad, tales como la teleasistencia, el detector de movimientos y localizadores para personas con demencia y programas como Xantar na Casa, que entrega los menús diarios a los mayores en su casa, al tiempo que supone el contacto personal con alguien que llega semanalmente. Los facultativos especializados en la tercera edad aseguran que "son de vital importancia para la prevención de situaciones de urgencia en personas mayores de 80 años". También apuntan que la infravivienda y las condiciones de habitabilidad precarias son aspectos a detectar y corregir.

Dado que en la sanidad pública gallega la Geriatría como especialidad solo está presente en los hospitales de Lugo, el Meixoeiro de Vigo y el complejo hospitalario de Ourense -que trabaja con un geriatra-, el presidente considera que el Sergas debería proponer un plan de atención especializada.

El ámbito sanitario es fundamental para estos mayores, que sufren "pluripatologías" a partir de los 75 años -éstos superan los 322.420 gallegos según el Instituto Nacional de Estadística-. "No es concebible que no haya pediatras; debería de serlo también que no haya geriatras."

El próximo 29 y 30 de abril se celebrará en Santiago de Compostela el vigésimotercer congreso de esta Sociedad de Geriatría y Gerontología, bajo el titular genérico Cuidar, un afán compartido. En este congreso se realizarán seis talleres muy específicos, en los que se abordará tanto la evaluación de la dependencia como la nutrición de los mayores o las úlceras producidas por presión, pasando por las caídas por repetición. Además, habrá una jornada de puertas abiertas para los mayores que deseen participar y también sobre el papel de la mujer.