El oro y otros metales preciosos accesibles en la corteza de la Tierra son el resultado del bombardeo de asteroides que se produjo 200 millones de años después de que se formara este planeta, según un estudio publicado ayer en la revista Nature.

Investigadores de la universidad británica de Bristol llegaron a esta conclusión tras comparar la composición de rocas de casi 4.000 millones de años de antigüedad halladas en Groenlandia -antes de producirse el llamado bombardeo intenso tardío- con la de muestras más modernas.

Durante la formación de la Tierra, los metales que tienen una afinidad con el hierro, como el oro, emigrarían hacia el núcleo de hierro fundido del planeta, por lo que no debieran estar en el manto, algo que sí se registra tras el bombardeo de meteoritos.