El ministro de Educación, José Ignacio Wert, achacó ayer parte de la supuesta fuga de cerebros de los jóvenes españoles al extranjero a que en la mayoría de las estadísticas se incluyen a personas nacionalizadas que siempre han vivido fuera de España. El ministro, en declaraciones a RNE, señaló que las estadísticas sobre salidas "a veces están mal planteadas" y que se han hecho algunos cálculos "que no tienen relación con la realidad".

"Uno ve cuántos españoles hay residiendo en un determinado país en un momento A y cuántos en un momento B, y detecta que se produjo un aumento, por ejemplo, de 40.000 españoles. Entonces, rápidamente dice: se han ido 40.000 al país X, y como ve que tienen una educación superior, pues concluye que se han marchado a buscar oportunidades profesionales", indicaba en ministro, quien aseguraba que en muchos casos esta interpretación no se ajusta a la realidad. "No se han ido sino que es gente que ha adquirido la nacionalidad española gracias a la legislación que permite adquirirla a nietos de españoles o de exiliados y son gente que ha adquirido una educación superior en su país y que de repente aparecen como un incremento de población española pero que siempre han vivido en ese país", sostiene.

Por ello, Wert asegura que "si uno mira a través de los registros de embajadas y consulados la supuesta fuga es menos de la sexta parte de esa cifra" y afirmó que, a su juicio, que los jóvenes busquen oportunidades laborales conformes a la experiencia y preparación adquirida en otros países "no es malo en una situación como la actual si luego somos capaces de encontrarles un camino de vuelta".

Desde la asociación Precarios-Galicia -que engloba a jóvenes investigadores de toda la comunidad- aseguran que la fuga de cerebros "es evidente". "Hoy en día una mayoría de los investigadores descarta conseguir un trabajo en España", indica Gabriel Santos, miembro de esta organización.

Por otra parte, Wert aseguró que estudia cómo aplicar las reformas educativas que planea -ampliación del Bachillerato o sustituir la asignatura Educación para la Ciudadanía, entre otras- de manera que el coste sea el mínimo posible, e incluso que ese coste sea "cero" y anunció que revisará el conjunto de la Ley de Propiedad Intelectual mediante el "diálogo" con los sectores implicados.

Argentina puede convertirse de nuevo en el destino de gallegos que no encuentran un puesto de trabajo en la comunidad, al menos para quienes trabajen en el ámbito de la investigación. El Ministerio de Ciencia argentino estudia cómo modificar su legislación actual para atraer a científicos extranjeros, ante la demanda de profesionales de otros estados por trabajar en el país latinoamericano. Por su parte, desde Galicia, los jóvenes investigadores ven con buenos ojos "todo lo que sea trabajar en buenas condiciones" y creen que Argentina puede ser un buen destino para quienes no pueden desarrollar su carrera dentro de la comunidad gallega.

El Ministerio de Ciencia asegura que, por el momento, tan sólo "se está evaluando si existe alguna manera para que los jóvenes que han solicitado trabajar en Argentina puedan ser incorporados al sistema científico argentino" de forma más sencilla ya que ahora precisan hacer numerosos trámites. Pero el propio ministro, Lino Barañao, daba por hecho, en unas declaraciones recientes al diario El País, que Argentina modificará su reglamento para permitir la entrada a científicos extranjeros. "Estamos tratando de modificarlo para facilitar el proceso y hay que fijar un cupo de acogida. Que empiecen a venir extranjeros nos pilla un poco por sorpresa", señalaba.

Desde el Ministerio aseguran que han recibido peticiones de investigadores españoles para trabajar en Argentina, pero no precisan ni cuántos ni si entre ellos hay algún gallego. Desde la asociación Precarios-Galicia, por su parte, aseguran desconocer si algún joven investigador está entre los interesados aunque reciben la noticia con esperanza. "La mayoría de los científicos gallegos ve que hay que ir al extranjero y todo lo que sea un contrato, en buenas condiciones laborales está bien", indica Gabriel Santos, de esta entidad, quien matiza: "De todas formas, en función de en qué especializadades destaque Argentina, podrá haber más o menos interés por parte de los investigadores gallegos". "Los científicos no eligen un país sino que emigran a un sitio donde haya líneas de investigación interesantes para su carrera, del ámbito en el que trabajan", sostiene. En el caso de Argentina, el ministro destaca el salario de los investigadores -mil euros para los becarios y unos 2.800 para contratados- y el acceso a las últimas tecnologías. "Hemos comprado equipos muy caros", sostiene el ministro argentino.