"La música es el verdadero lenguaje universal". Esta cita del compositor alemán Carl María von Weber resume a la perfección la filosofía de la última iniciativa puesta en marcha por los responsables del Conservatorio Profesional de Música de A Coruña. Y es que el centro coruñés iniciará el próximo curso un proyecto pionero de carácter experimental cuyo objetivo es integrar a alumnos con necesidades especiales en su ciclo elemental de formación musical.

"La iniciativa permitirá que jóvenes de entre 12 y 18 años con necesidades especiales puedan compartir aulas y agrupaciones musicales con el resto de los alumnos", explica el director del conservatorio coruñés, Jesús López Prado, quien asegura que estos estudiantes tendrán que tener autonomía suficiente para moverse por el centro sin ayuda del profesorado o el personal no docente y serán tratados sin ningún tipo de distinción. "Van a recibir formación musical absolutamente igual que el resto de los alumnos. Es decir: tendrán que superar la prueba de acceso y desarrollar el grado elemental. A partir de ahí, si demuestran las mismas aptitudes musicales que los demás, podrán hacer un grado profesional. Lo único que cambia es la franja de edad, ya que la evolución cognitiva de estos estudiantes es más lenta, por lo que serán algo mayores que los demás", señala.

López Prado subraya que será la primera vez que un conservatorio gallego desarrolle un proyecto de este tipo, que también es pionero a nivel nacional. "Llevábamos trabajando esta idea mucho tiempo, concretamente, desde 1997. No se podía hacer como un experimento, había que tenerlo todo muy claro, y la maduración del proceso fue lenta, pero cada año veíamos avances, hasta que por fin logramos el respaldo de la Consellería de Educación", indica el director del conservatorio coruñés, y añade: "Hace un mes, iniciamos un cursillo preparatorio de acceso al grado elemental para el alumnado con necesidades educativas especiales. Este módulo, en el que participan un total de once jóvenes, no tendrá carácter oficial de cara a la prueba de acceso, que se celebrará en junio y estará abierta a todo el mundo", destaca López Prado.

Elección de los instrumentos

El próximo curso, el centro coruñés ofertará un máximo de cinco plazas para alumnos con necesidades especiales que superen esa prueba de acceso. "Arrancaremos, de forma experimental, con un máximo de cinco plazas, que podrán ser ampliadas en años posteriores si la iniciativa funciona bien", indica Isabel Gómez Alonso, profesora de Lenguaje Musical del conservatorio coruñés y una de las responsables del citado proyecto, quien explica que no todos los instrumentos son aptos para este tipo de alumnado. "Los chavales que superen la prueba de acceso tendrán que elegir instrumento en función de las plazas que se oferten, aunque serán, principalmente, de percusión y de viento, ya que los de psicomotricidad más fina son menos adecuados para ellos", remarca.

Por su parte, otro de los profesores de Lenguaje Musical del conservatorio coruñés implicados en el proyecto, Fernando López Briones, subraya que la puesta en marcha de esta iniciativa beneficia tanto a los alumnos como a los propios docentes que tomarán parte en ella. "Estamos todos muy ilusionados porque, por primera vez en Galicia, alumnos con necesidades especiales y aptitudes para la música van a tener la posibilidad de recibir formación reglada", concluye.