Alicia, Carlos, Ángel, Pablo, Emilio, Diego, Gerardo, Ledicia, Rosa, Jesús, Daniel, Suso, Andrés, Mercedes y "el trío de Manueles" volverán a subirse hoy a un escenario para demostrar que afrontan, con ilusión, su nueva vida. Sobre las tablas del auditorio del centro cívico de Os Mallos, los integrantes del grupo de teatro de la Asociación de Daño Cerebral Adquirido de A Coruña (Adaceco) representarán la obra 7 escenas, 7 pecados, dentro de los actos programados por la entidad para conmemorar el Día Nacional del Daño Cerebral Adquirido, que se celebra este viernes.

"Primero proyectaremos un vídeo en el que se muestra el proceso de creación de la obra que, como su propio nombre indica, representa en siete escenas los siete pecados capitales", explica la monitora del grupo de teatro de Adaceco, Noemí Miranda, quien califica el espectáculo como "muy gamberro". "El broche de oro es muy divertido. Habrá música e incluso se invitará a bailar al público", subraya.

El año pasado, la función del Día Nacional del Daño Cerebral Adquirido se realizó en el Teatro Rosalía de Castro, pero en esta ocasión no ha podido ser así "por falta de fechas disponibles" tanto en ese recinto, como en el Ágora. "Nos hubiese gustado mucho poder repetir en el Rosalía, ya que la acústica es mucho mejor, pero qué se le va a hacer", señala la monitora de la actividad, quien lamenta que en A Coruña haya "muy pocos centros" donde se puedan realizar este tipo de representaciones. "Ni siquiera el Fórum Metropolitano está adaptado", remarca.

En funcionamiento desde 2006, el grupo de teatro de Adaceco pretende favorecer la integración social de pacientes con lesiones cerebrales causadas, sobre todo, por accidentes cerebrovasculares y traumatismos sufridos en accidentes de tráfico. "La actividad busca contribuir a la socialización de los pacientes con daño cerebral adquirido y hacer que se lo pasen pipa, y creo que lo estamos consiguiendo", indica la directora de Adaceco, Inés Ramos, quien destaca que estos enfermos precisan "un empujón" para tomar conciencia de que "una vida salvada, aún en silla de ruedas, merece ser vivida" y comprender que "si se esfuerzan, tienen ganas y se convencen de que pueden hacerlo, podrán conseguir todo lo que se propongan".

Miranda incide también sobre esa cuestión: "No se trata solo de hacer teatro, sino de ayudar a los miembros del grupo a trabajar aspectos como la expresividad, la agilidad mental o la memoria, y a perder la vergüenza", asegura la monitora, quien destaca el "increíble cambio" que han experimentado los miembros del grupo de teatro de Adaceco tanto en expresión corporal, como en su manera de comunicarse. "Han ganado muchísima confianza en sí mismos. Son un grupo de amigos que se lo pasan genial, y eso se nota sobre las tablas", señala.

Sobre la actitud con la que encaran sus alumnos la actuación de esta tarde en el centro cívico de Os Mallos, la monitora del grupo de teatro de Adaceco reconoce que "unos están más nerviosos que otros" aunque, "en general, lo llevan bastante bien". "Ya tienen experiencia", concluye.