Es fundamental hacerlo, pues la experiencia indica que solo nos preocupamos de ella cuando queremos lucir un cuerpo bonito y esos acúmulos de grasa lo estropean. Por supuesto, es un error: debemos tratarla todo el año y convencernos de que es un proceso que afecta a mujeres de todas las edades, tipo y condición y que solo la lucha constante puede llevarnos al éxito.

Se trata de una alteración del tejido adiposo hipodérmico que aparece en la parte inferior del cuerpo, por debajo del ombligo: región pélvica, muslos, nalgas, rodillas, etc. Se ha clasificado en varios tipos que requieren cuidados diferentes aunque con una similar base científica. Se considera un trastorno del tejido adiposo subcutáneo con dos componentes claros: uno lipídico, por aumento anormal de la grasa y de los adipocitos (células grasas), y otro vascular, con fragilidad capilar, edema, fibrosis y reducción de la circulación de retorno.

Intenta mentalizarte de que no tiene tanta importancia y que puede reducirse si te cuidas adecuadamente. Debes enfocarlo desde varios frentes: consultar a los especialistas, mejorar tu dieta, cambiar tu estilo de vida, aplicarte anticelulíticos, acudir a centros especializados y, si es necesario, pasar por las manos de un buen cirujano.

Te recomendamos que, durante todo el año, sigas nuestros consejos:

-Dietéticos: equilibra la ingesta, no puedes ingerir más calorías de las que gastas; bebe agua para eliminar toxinas; incrementa el consumo de vitaminas A, C y D presentes en frutas y verduras; utiliza grasas buenas como el aceite de oliva virgen; incluye ajo, cebolletas, puerros, etc.; cocina con plantas aromáticas para reducir el consumo de sal; introduce algas en tu dieta; evita el alcohol, la cafeína, el pan blanco, la bollería industrial, la comida precocinada y el azúcar refinado.

-Cosméticos: trata la celulitis todo el año; debes ser constante si quieres obtener resultados. La aplicación de anticelulíticos es como lavarse los dientes; hazlo todos los días. Prepara tu piel con un exfoliante natural y una manopla para favorecer la eliminación de células muertas; así el producto penetrará mejor. Aplica el anticelulítico con un buen masaje -que no sea violento-, pues mejora la circulación sanguínea, oxigena los tejidos y facilita la eliminación de líquidos y toxinas.

Apúntate al drenaje linfático para eliminar sustancias tóxicas y mejorar la circulación de retorno. Acude a un spa, ponte en manos de un especialista y déjale hacer?

Realiza ejercicio físico, que mejora el metabolismo, la circulación de la sangre y drena.

Cuida tu postura, siéntate correctamente, estira las piernas y no permanezcas demasiado tiempo de pie o sentada.

Elige tacones de tres a cinco centímetros, no más altos. La ropa en consonancia, pero que no sea demasiado ajustada.

Opta, si puedes, por el anticonceptivo más adecuado por consejo del especialista.

Debes comentarlo con el médico, farmacéutico, especialista es fitoterapia, esteticista, etc. que te indicarán los pasos a seguir. Lo normal es cambiar tu estilo de vida, comenzar una dieta depurativa, aplicar un tratamiento anticelulítico tópico y usar algún suplemento que ayude a eliminar toxinas y mejore la circulación. No te automediques bajo ningún concepto y ten paciencia porque el proceso es lento y tardarás en eliminarla.

Acude a un spa, donde además de relajarte un ratito, encontrarás los mejores tratamientos para la celulitis. Los profesionales que allí trabajan están capacitados para ayudarte. Conocen las mejores terapias y su combinación adecuada para obtener los mejores resultados (masajes, hidromasajes, aplicación de cremas y aceites esenciales, saunas, hidromasaje y envoltura con algas, etc.)

Elige un buen anticelulítico solicitando información a los especialistas. No pienses que son todos iguales o que no sirven para nada. Son útiles, pero deben ser bien aplicados y seleccionados especialmente para ti. Existen infinitas posibilidades y presentaciones en el mercado, seguro que encuentras el tuyo.

Puedes apoyarte en la fitoterapia, pues hay muchas plantas con propiedades anticelulíticas a tu alcance y que deben ser consumidas según las pautas de los especialistas. No debes caer en la tentación de que todas son buenas y piensa que tienen efectos secundarios que pueden afectarte. Destacamos, entre otras:

Plantas lipolíticas: efedra y té verde.

Plantas diuréticas: abedul y ortosifón.

Para tratar la celulitis incipiente: papaya y guaraná.

Para la celulitis rebelde: ananás y camilina.

Para la celulitis dolorosa: ananás y reina de los prados.

Si no es suficiente, los centros especializados han desarrollado tratamientos de eficacia contrastada aplicables en función del tipo de celulitis que tienes, del tiempo de que dispones, de tus necesidades, etc. y de precios muy variables. Antes de iniciarlos, debes saber dónde te metes y buscar siempre a profesionales capacitados académicamente para realizarlos. Puedes aprovechar las ventajas de la fisioestética, la radiofrecuencia, la mesoterapia, etc., o cualquier otro de los que te pueden informar los especialistas que trabajan en el spa.