"¿Y qué me dices de la escena en la que por primera vez la mete en el cuarto de juegos... en el libro te describen a Grey súper sexy, solo vestido con los vaqueros... ¡y aquí parecía un granjero!". Nieves, de 47 años, sale del cine comentando entre carcajadas el momento con su amiga Maite, de 48. Las dos gallegas se encuentran entre las miles de mujeres que devoraron la trilogía 50 sombras de Grey en pocos días; se engancharon con las historias de la inocente Anastasia Steele y el señor Grey, un multimillonario que tiene un lado oculto y, por eso mismo, atractivo, y sintieron curiosidad por un tipo de relación sexual de la que nunca habían leído nada tan abiertamente. De hecho, estos libros y ahora la película han supuesto la primera experiencia en el BDSM (bondage o ataduras, disciplina y dominación, sumisión y sadismo, y masoquismo) para muchas mujeres.

El estreno de 50 sombras de Grey llenó ayer los cines de toda España -salas como los Cantones Village de A Coruña programaron hasta diez pases de la película y para muchos las entradas ya estaban agotadas- sobre todo de grupos de mujeres en la cuarentena dispuestas a pasar una noche de risas picantes, pero también de parejas mayores y de muchos adolescentes curiosos y atraídos por la enorme publicidad que se ha dado a la película y antes tuvieron los libros de E.L. James. Y también de algunos hombres mayores solos.

"Demasiado decorosa en comparación con los libros". Esa fue la reacción unánime a la salida de la película. Es cierto, no se ven pubis ni penes ni penetraciones. Incluso han evitado la escena del tampón, una de las más comentadas del primer libro. Sin embargo, eso no fue para muchos de los espectadores algo decepcionante. "En realidad nos gusta porque acaba como un cuento de hadas, es una historia romántica y no es un sado a lo bestia, sino que hacen cosas que a muchas nos podrían atraer sin ser raras por eso", explicaban Belén y Estela, de 40 y 35 años respectivamente. "No será una gran película ni los libros grandes obras, pero te ayudan a olvidarte de lo cotidiano, del paro... y además han conseguido gustar a mujeres de muchas edades, y eso es algo curioso", añaden.

Así es. Numerosas adolescentes, sobre todo del sexo femenino, acudieron entusiasmadas a ver la película, especialmente atraídas por el toque Federico Moccia de la historia. "Yo me leí la trilogía dos veces y teníamos las entradas reservadas desde hace dos meses; en un cine nunca habíamos visto una película así, y eso que se han comido muchas escenas de sexo", afirma Andrea García, que acudió al cine con otras cuatro amigas. "Lo del sado es curioso, pero lo que nos ha gustado es la historia de amor, ¡incluso hemos llorado!", comentan.

Entre los más jóvenes, el asombro por las prácticas sexuales no era tal. "Entiendo que a nuestras madres les pueda chocar, pero para nuestra generación no es algo tan nuevo, al menos este tipo de sado suave", comentaban Aroa y Marcos, de 24 y 25 años. Aroa confiesa que sí le gustan las atenciones que el millonario ofrece a la protagonista. "Eso de que te lleven a cenar en helicóptero tiene que estar guay", ríe. "Dakota Johnson no es muy guapa y sin embargo enamora a un chico guapísimo... eso me gusta", opina Nicole, de 15 años.

Curiosidad, morbo, lujo y amor... Ingredientes con los que han conseguido hacer un negocio redondo que tendrá continuidad.