A Coruña es la provincia gallega con mayor tasa de participación en el Programa de Detección Precoz do Cancro de Mama del Sergas -dirigido a mujeres de 50 a 69 años- y pese a ello, el 17,13% de las coruñesas de esas edades -casi una de cada cinco- no se somete a las mamografías periódicas que se incluyen en este plan como medida de prevención. Eso sí, los datos han mejorado en los últimos años. Si en 2012 solo el 79% de las coruñesas acudía a las revisiones periódicas para detectar un posible tumor de mama, en 2014 el porcentaje ascendía al 82,8%, por encima de la media gallega (81%), según la última Memoria de la Dirección Xeral de Saúde Pública, presentada la semana pasada por la Xunta.

El documento revela que para el Sergas una tasa aceptable de participación en este programa sería del 70%. En las cuatro provincias se supera con creces este porcentaje aunque la evolución no es similar. Mientras en A Coruña ha aumentado progresivamente el número de mujeres que acude a las citas marcadas por el Sergas para realizarse una mamografía -al igual que en Ourense, donde en 2012 iban el 75% de mujeres y en 2014, el 80,8%- en Lugo y Pontevedra hubo oscilaciones y tras subir la participación entre 2012 y 2013, ha vuelto a bajar para situarse en el 81,8 y el 80,3%, respectivamente.

Un total de 155.337 gallegas se sometieron en el último año a una de las mamografías periódicas -se realizan cada dos años- que incluye el plan de prevención de la Xunta. De ellas, 1.438 (el 7,6%) fueron derivadas a la unidad de diagnóstico para someterse a una valoración clínica adicional, es decir, realizar una ecografía o biopsia tras detectar alguna anomalía en la mamografía. La mayoría de pacientes (el 93,5%) no aguarda más de diez días entre que se somete a la mamografía y conoce el resultado de la prueba, pero no ocurre lo mismo desde que se tienen los resultados hasta que se acude a la unidad de diagnóstico para realizar más pruebas. Pese a que el Sergas reconoce que lo deseable es que el 90% de las pacientes no tardasen más de 21 días en someterse a una nueva prueba, este plazo solo se consigue en el 68% de casos.

La Memoria de la Dirección Xeral de Saúde Pública revela que gracias al programa de prevención precoz se detectaron 564 tumores de mama en el año 2012 (no incluye datos de años posteriores), prácticamente los mismos que en 2011. De ellos, la mayoría (el 87%) eran tumores invasivos y hasta un 40% de los que se detectaron durante el cribado inicial eran cánceres en estadios II o superiores cuando lo "deseable", según indica el Sergas en este documento, es que el porcentaje sea inferior al 30%.

Otro aspecto que, según reconoce la propia Consellería de Sanidade en la Memoria de 2014, debe mejorar el Servizo Galego de Saúde es la demora entre que una mujer es diagnosticada de este tumor e inicia el tratamiento. Según el Sergas lo ideal sería que al menos el 90% de las pacientes aguardasen menos de 21 días, pero según la Memoria, en 2012, solo el 30,6% de las enfermas iniciaba el tratamiento antes de ese plazo. Una tasa que podría haber mejorado desde entonces gracias a las llamadas vías rápidas que aceleran las pruebas y el inicio del tratamiento ante la sospecha de que un paciente puede sufrir un tumor y cuyo objetivo es que no pasen más de dos semanas para que inicie la terapia. Ya existen para diferentes tumores como el de mama o el de pulmón.