Despertar la curiosidad de los más pequeños a través de la ciencia mediante actividades sobre astronomía o el ciclo del agua en la que los niños -de hasta tres años- aprenden no solo a diferenciar formas o colores sino a comprender parte de su día a día como qué ocurre en el cielo cuando ellos duermen o qué pasa con el agua de la lluvia al llegar a la tierra. Este es el objetivo de dos proyectos educativos de la Escuela Infantil Municipal Monte Alto de A Coruña que acaban de ser premiados en el certamen Ciencia en Acción que organizan diferentes sociedades científicas junto al Consejo Superior de Investigaciones Científicas para países de habla hispana y Portugal y que premia a los mejores proyectos educativos del área de ciencias. "Nuestra meta no es tanto que los niños aprendan conceptos de astronomía como despertar su interés y darles información sobre algo que será útil en su vida diaria", explica la directora de esta escuela, Montse Sancho, quien asegura que "todos los niños y padres se implican en las actividades".

Este centro, al que acuden niños de 0 a 3 años, recibió el primer premio en el apartado Adopta una estrella-Hablamos de Astronomía con el proyecto Eres o meu ceo. Se trata de una iniciativa puesta en marcha hace tres cursos y en donde se recurre a la astronomía para explicar diferentes conceptos a los pequeños. ¿Pero cómo trabajar este tema con niños tan pequeños? A través de múltiples actividades, en donde aprenden mientras juegan y en llevar la astronomía a cada rincón de la clase. El aula principal cuenta con un mural que reproduce el sistema solar con los planetas, un sencillo cuadro con las distintas fases de la luna así como réplicas de minicohetes o trajes espaciales; el hámster del centro se bautizó como Yuri Gagarin en honor al astronaura ruso e incluso a la hora del comedor, hay una sopa en la que los pequeños se comen estrellas, planetas o naves espaciales.

Con todo este material -en cuya elaboración, en ocasiones también participan los padres- se realizan todo tipo de actividades educativas en torno a la astronomía. "Para aprender las constelaciones recurrimos a la música -cada una tiene una canción- y hacemos grupos donde cada uno es una constelación para que las reconozcan mejor", explican el resto de trabajadoras de la escuela, Juana Toucedo, Paula Martínez, Andrea Sardá, María Jesús Rodríguez y Carmen Méndez, quienes recuerdan que el objetivo es que este proyecto "no se quede solo en el aula". Por ello y más cuando la materia pasa por cuestiones que solo aparecen de noche, es imprescindible la colaboración de los padres en casa.

"La idea es que de noche o en un viaje los niños puedan mirar el cielo y anoten en qué fase está la luna, vean las estrellas...", explica Montse Sancho, quien indica que han recibido asesoramiento de personal de los museos científicos y que también han organizado sesiones nocturnas con las familias cerca de la Torre para ver las estrellas.

El jurado les otorgó el primer premio por "la magnífica propuesta didáctica interdisciplinar y globalizadora que incorpora experiencias y contenidos astronómicos en la vida escolar con el objetivo de comprender los fenómenos astronómicos". Un galardón que les concede una beca de viaje para presentar el proyecto en el mes de octubre en la gala de Ciencia en Acción que se desarrollará en Viladecáns (Barcelona).

Además, esta escuela municipal logró una mención de honor en la categoría Ciencia y Tecnología por el proyecto Circuitos de Agua, en el que a través de unos llamativos paneles los pequeños aprenden el ciclo del agua, "qué ocurre con el agua de la lluvia, la evaporación, la importancia del tiempo, etc.", mientras disfrutan de jugar con este líquido. "Por una idea excelente para el nivel de la edad que está pensada, con realización laboriosa y atractiva; es una forma original de introducir conceptos científicos-técnicos a niños muy pequeños", explicó en su resolución el jurado de la XVI edición de Ciencia en Acción.

Un certamen que también otorgó el primer premio en la categoría de Sostenibilidad a otro proyecto coruñés. En concreto, a la muestra Mare Plasticum-Plastic Fishes, de Margarita Lorenzo y Wolfgang Trettnak, una exposición que combina arte y ciencia y que se centra en la contaminación del mar por materiales de plástico. Además, aborda otros problemas como la sobrepesca. La exposición puede verse en el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología hasta el 14 de septiembre. El jurado valoró la "originalidad" de mostrar un problema creciente "de manera creativa".

Más allá de los primeros puestos en este pódium de proyectos científicos, hay otras propuestas enviadas por profesores o grupos de alumnos coruñeses que quedaron seleccionados como finalistas en las diferentes categorías de este certamen internacional. Es el caso de la iniciativa Promo y yo, de la Escuela Infantil Municipal Os Castivos de A Coruña, los proyectos Realidad Aumentada. A Coruña en cine y No todos los cráteres tienen su volcán, del IES David Buján (Cambre) o Fisquiolimpiadas del IES Universidad Laboral (Culleredo), entre otros, según informa la organización del certamen.