El actor Carlos Álvarez-Nóvoa, que recibió el Goya al mejor actor revelación cuando tenía 59 años por su papel en Solas, de Benito Zambrano, falleció en la madrugada de ayer en Sevilla, según informaron fuentes de la Academia de Cine.

Álvarez-Nóvoa fue también profesor, escritor y director teatral además de actor, aunque se hizo conocido para el gran público por su espléndido papel en Solas (1999), por el que también consiguió Premio del Festival Internacional de Tokio, de la Unión de Actores y la Medalla del Círculo de Escritores Cinematográficos.

El veterano actor, que inició su prolífica carrera profesional en el teatro en los años 50, siguió sumando títulos a su trayectoria prácticamente hasta poco antes de su muerte, ya que ayer se estrenó en la sección Zabaltegui del Festival de Cine de San Sebastián La novia, inspirada en la lorquiana Bodas de sangre y dirigida por Paula Ortiz.

También este verano se subió a los escenarios en Barcelona con Bangkok, obra ganadora del Premio SGAE de Teatro 2013 del dramaturgo Antonio Morcillo.

El pasado marzo se estrenó La luz con el tiempo dentro, en la que Álvarez-Nóvoa interpretaba a Juan Ramón Jiménez en su etapa más madura, bajo la dirección de Antonio Gonzalo.

"Cuando alguien fallece hay un tópico: qué buen profesional, qué buena persona. Decir la verdad en este caso parece caer en este tópico, pero es la pura verdad. Era un profesional como la copa de un pino, tenía una capacidad dramática impresionante y una gran energía", refirió ayer Morcillo.