El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, pidió ayer "perdón a los refugiados, perseguidos y emigrantes venidos a España en los últimos meses" -todos ellos "muy queridos" por él, recalcó-, al tiempo que lamentó el "verdadero linchamiento" que se ha hecho contra su persona al "manipular" su pensamiento y sus palabras.

El cardenal difundió ayer un comunicado a raíz de las reacciones a las declaraciones que realizó esta semana en el desayuno informativo Fórum Europa. Tribuna Mediterránea en las que se preguntaba si la "invasión de emigrantes y de refugiados es todo trigo limpio". Al respecto, el cardenal señala: "Pido perdón (...), saben ellos que no es esa mi posición y que siempre han tenido y tendrán en mí a un hermano que los acoge y defiende, que comparte su tragedia, y que no voy a disminuir para nada mi ayuda personal".