El ejercicio físico excesivo, la hipertensión arterial y la obesidad pueden provocar un crecimiento excesivo del corazón y esto ocasiona fallos cardíacos. Un equipo de científicos españoles ha identificado dos proteínas que controlan este crecimiento, lo que abre la puerta a nuevas terapias. Dependiendo de las necesidades de cada etapa de la vida, el corazón se adapta modificando su tamaño. Cuando crece en exceso puede provocar fallos cardíacos.