Las infecciones nosocomiales -aquellas que se adquieren en el ámbito sanitario- forman parte del día a día de los hospitales, especialmente, de aquellos de mayor tamaño en los que se realizan procesos de gran complejidad como el Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac). Los médicos reconocen que la presencia de los gérmenes que causan estas infecciones es "cíclica" y hay épocas con mayor incidencia que otras. Esto es lo que ocurre en la actualidad en el Hospital de Oza, donde se registra un ligero repunte de pacientes aislados por portar un germen que puede causar infecciones nosocomiales. "Esta mañana (por ayer) teníamos aislados a 18 pacientes, que quizás es algo más que la semana pasada, pero no es peor que en otras situaciones", explica la jefa del Servicio de Medicina Preventiva del Chuac, María José Pereira, quien añade: "En un hospital de un tamaño como el nuestro es habitual tener entre diez o doce enfermos en aislamiento".

En el caso de Oza, la bacteria que últimamente trae de cabeza a quienes se encargan de tener a raya las infecciones nosocomiales es la klebsiella. Se trata de uno de los gérmenes que se ha vuelto resistente a ciertos antibióticos y que puede provocar desde infecciones urinarias hasta respiratorias. "Todo depende de la vía por la que entre en el organismo del paciente", señala la doctora Pereira, quien resalta que en el 99% de los pacientes aislados en Oza, el germen ha colonizado, es decir, está en su organismo, pero no han desarrollado ni tienen por qué hacerlo ninguna infección.

Fuera de un hospital, estos pacientes -con un germen de este tipo, pero sin desarrollar enfermedad- "pueden hacer vida totalmente normal". En un hospital, sin embargo, el protocolo insta a aislarlos para evitar transmitir el germen a otros pacientes. "Un hospital es un entorno sensible, con pacientes especialmente sensibles o crónicos y por ello se aisla a quienes presenten colonización de un germen de estas características", explica Pereira, quien resalta que el germen se transmite por contacto. "En las manos de los sanitarios o familiares, por ejemplo. Por ello, cuando están aislados se utilizan guantes o mascarillas, un material que se desecha al salir de la habitación para evitar más contagios", señala.

Los médicos explican que la infección nosocomial se aborda únicamente cuando presenta síntomas -es decir, no cuando el germen simplemente está presente en el organismo- y en quienes no se ha desarrollado no impide seguir con su tratamiento habitual. "Si precisan una cirugía o hacerse pruebas, se les realiza sin ningún tipo de problema", sostiene Pereira, quien explica que desde Medicina Preventiva hace meses que crearon un grupo de trabajo para abordar las posibles infecciones nosocomiales registras en Oza e informar al personal sobre el protocolo a seguir. Hace unos meses, la doctora Pereira explicaba las claves de las infecciones nosocomiales en una entrevista.