Lanzar un mensaje de esperanza y servir de apoyo a los pacientes y sus familiares, informar y concienciar a la sociedad en general sobre la importancia de las donaciones de médula ósea y cordón umbilical y colaborar en proyectos de investigación son los objetivos principales de la Asociación de Trasplantados de Médula Ósea (Asotrame), en marcha desde septiembre de 2013. La historia de Cristina Piñeiro, una joven de la localidad coruñesa de Narón con linfoma de Hodgkin, es el origen de la entidad. Cristina tuvo una recaída en su enfermedad y la única opción fue el trasplante de médula ósea. Su hermana no era compatible y fue necesario recurrir al registro mundial de donantes donde, como explica ella misma, "un generoso alemán llegó dos meses después y gracias a él estoy aquí", remarca.

Otro de los puntales de Asotrame es su vicepresidenta, Jessica Rodríguez, una coruñesa cuya madre falleció a causa de una leucemia y que, desde entonces, está inmersa en sacar adelante esta asociación, que aspira a funcionar a nivel autonómico. "Todavía hay mucha confusión y gente que cuando hablamos de donación de médula ósea piensa en la médula espinal y no tiene nada que ver", señala Rodríguez. "Creen que les van a pinchar en la columna, cuando no es así. De hecho, en el 90% de los casos, la donación se realiza mediante el suministro durante unos días de fármacos vía subcutánea para que el cuerpo forme células madre. Una vez están generadas, el paciente solo tiene que acercarse a un centro médico, donde se somete a un proceso muy similar al de diálisis. Dura tres o cuatro horas, y lo único que se siente después es un poco de cansancio", subraya.

"En el otro 10% de los casos -continúa la vicepresidenta de Asotrame- sí hay que entrar en quirófano para extraer las células madre mediante una punción con anestesia general. No tiene consecuencias ni secuelas. Pero antes de eso tienes que saber si eres compatible, algo que se comprueba con análisis de sangre o con el kit de la saliva que suministran el Centro de Transfusión de Galicia o la Fundación Josep Carreras. Te lo envían a casa y solo tienes que salivear el bastón que te remiten. Si puedes ser donante te introducen en el registro oficial. Y solo te llaman si aparece un receptor compatible", señala.

La vicepresidenta de Asotrame insiste en resaltar la importancia del compromiso que se adquiere a la hora de hacerse donante de médula ósea. "Una vez que te haces donante, solo te llaman si aparece un receptor compatible en cualquier lugar del mundo. Algo que, en muchos casos, nunca llegará a suceder pero, si pasase, es vital no echarse a atrás, ya que está en juego la vida de otra persona, y eso añadiría una carga emocional aún mayor en un proceso que ya, de por sí, es bastante angustioso", remarca Jessica.