"A veces parece que es lo único que he hecho", asegura Arantza Vilas sobre su participación en el equipo de vestuario de la cuarta y quinta temporada de la exitosa serie Juego de Tronos. Esta diseñadora textil, afincada desde hace más de 15 años en Londres y propietaria de su propio estudio „Pinaki„, decidió establecerse en el Reino Unido, lugar donde cursó la última etapa de sus estudios, a raíz de un encargo para la versión cinematográfica del Fantasma de la ópera. "Ser autónomo en España es dificilísimo, te ponen un montón de trabas. La ley está para los del siglo XIX no para los del siglo XXI. Y dentro de las industrias creativas es mucho más difícil todavía. Los compañeros que conozco que han trabajado en televisión y teatro en el área de vestuario están dados de alta como autónomos pero además están en la lista de toreros y artistas. En el Reino Unido, en cambio, las formas de trabajar son múltiples y burocráticamente se adaptan al espectro de actividades, por lo que es más fácil iniciar una pequeña empresa", explica la gallega.

Aunque parezca paradójico, con el campo de la moda es con el que menos ha trabajado Vilas, ya que reconoce que lo le gusta es "contar historias a través de los materiales", lo que le ha llevado a trabajar en vestuario más que en otras áreas.

Por su experiencia, tanto en trabajos para cine como para televisión, en los que las jornadas son muy largas "del orden de 11 horas diarias" y en las que se tiene que trabajar bastante rápido, Arantza Vilas reconoce que el suyo es un entorno "muy estimulante, con profesionales de mucha calidad y con mucho sentido del humor que es la única manera de sobrellevarlo (risas)".

Aunque el poder trabajar en algo vocacional también ayuda a llevar las largas jornadas de trabajo de mejor manera. "Yo de pequeña quería ser pintora y que en aquel momento ya me gustaban las telas. Fui una niña que no se vistió normal hasta los 6 años, tuve la suerte de que me dejaron tomar mis decisiones a través del juego. Y yo creo que hubo un momento en la carrera de Bellas Artes en que me gustaba mucho la estampación y en algún momento se me ocurrió dar el paso del papel a la tela", cuenta.

El diseño comestible, una colección de piel con una empresa de Turín y otro proyecto de televisión con una productora americana, son algunos de sus próximos trabajos. Pero entre sus planes de futuro no se encuentra el regresar a su tierra, aunque sí el seguir trabajando con ella como con la reciente exposición en la Cidade da Cultura de Santiago, Con-fío en Galicia; "yo encantada, la cuestión es que sean proyectos interesantes en los que puedas aprender y aportar cosas".