El director de cine Pedro Almodóvar ironizó ayer sobre su aparición y la de su hermano Agustín en los denominados papeles de Panamá, durante la rueda de prensa ofrecida en Cannes (Francia) con motivo de la presentación de su última película Julieta, con la que compite por la Palma de Oro. "Si fueran una película, mi hermano y yo seríamos unos figurantes", aseguró. "En los papeles de Panamá, mi nombre y el de mi hermano es el de unos meros figurantes. Si fueran una película, el nombre de mi hermano y el mío no aparecerían porque seríamos unos figurantes, unos extras, sin palabra", afirmó el cineasta manchego, para el que "uno de los problemas es que la prensa española" les ha tratado como "absolutos protagonistas", algo que, a su juicio, "no es justo".

En cualquier caso, Almodóvar descartó que su aparición en los papeles de Panamá influya en los espectadores. "A ti no te ha impedido ver la película e incluso te ha gustado. Pues eso es lo que espero del resto del público", respondió al periodista que le formuló la pregunta.

Acompañado por Emma Suárez, Adriana Ugarte, Rossy de Palma o Daniel Grao, entre otros actores de Julieta, Almodóvar también abordó otras cuestiones relativas al proceso creativo de su película número 20, a la que definió de "drama sobrio y contenido", al tiempo que reconoció su ilusión por competir en el festival. "Es más excitante para mí y para los medios de comunicación. Me hace sentir vivo", aseveró.

Almodóvar negó las comparaciones con otros directores como Woody Allen o Spielberg, quienes están en la sección oficial pero no figuran en el concurso. "No soy una vaca sagrada", apostilló.

Sobre Julieta, afirmó que ha vuelto "a un lugar" del que "nunca" se irá del todo, el universo femenino, y describió a su protagonista como una madre "vulnerable y débil, con menos capacidad para luchar, con una desesperada resistencia pasiva", en comparación con la figura materna de otras películas. "Al personaje de Julieta le hago víctima de pérdidas irreparables que la van minando como persona y al final es una especie de zombi, que camina por las calles sin rumbo ni esperanza", detalló. El director defendió, asimismo, que dos actrices -Emma Suárez y Adraina Ugarte- protagonicen un mismo personaje pero con diferentes edades. "No soy el primero que lo hace, el usar a dos actrices. Yo quería separar las dos edades y que fueran muy distintas. Adriana interpreta a una mujer sin prejuicios y Emma ya es una mujer que ha vivido y eso lo tiene en la mirada, que es algo que no se puede maquillar ni caracterizar", indicó.

Almodóvar también reconoció identificarse con todos los personajes de sus veinte películas que, en su opinión, "le representan como eslabones de una cadena". "Mi vida está en estas películas", añadió el cineasta, que también descartó escribir una autobiografía y precisó que ha prohibido hacer una biografía suya. "En el futuro no dejéis que rueden un biopic sobre mí", señaló.

El director también hizo alusiones a Philip Roth, quien aseguró que "la vejez no es una enfermedad sino una masacre", afirmación con la que se mostró "muy de acuerdo" pues, como indicó, "nunca hubiera podido filmar esta película antes". "He tenido que apostar por la salud, decisión necesaria para seguir trabajando pero decisión triste. Y ese sentimiento de tristeza impregna mis películas de esta década", aseveró.