El Vaticano publicó ayer la nueva Constitución que regula la vida de las monjas que se dedican a la contemplación, en que se les pide mayor formación, el deber de trabajar y de no reclutar a extranjeras sólo para la supervivencia de los conventos.

La Constitución apostólica Vultum Dei Quaerere (La búsqueda del rostro de Dios), firmada por Francisco el 29 de junio, sustituye a la anterior Sponsa Christi publicada en 1950. El papa Francisco ahonda en muchos de los pasajes de la nueva Constitución en los problemas que presentan actualmente los monasterios debido a la crisis económica que ha hecho cerrar muchos de ellos y la escasez de vocaciones.

El documento indica 12 temas de reflexión y discernimiento para la vida consagrada en general y concluye con 14 artículos dispositivos, exclusivamente para los conventos femeninos.

El Pontífice argentino expresa su aprecio por las "hermanas contemplativas", que se dedican al silencio y la oración principalmente, haciendo hincapié en que "la Iglesia las necesita" aunque reconoce que "no se trata de una misión fácil" en estos tiempos.