La Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de los peligros que en muchos países supone dar a luz a un niño ya que cada año 303.000 mujeres mueren durante el embarazo y el parto, 2,7 millones de bebés fallecen a los 28 días de nacer y 2,6 ya nacen muertos. Unas cifras que podrían ser más altas ya que la mayor parte de los bebés que nacen muertos o que mueren a los pocos días no se registran, por lo que los países no suelen conocer con exactitud la tasa de mortalidad de esta población y son "incapaces" de tomar medidas "eficaces y oportunas" para evitar más casos. "Tenemos que asegurar que todos los nacimientos y muertes son contadas. Mediante la revisión de las causas de muertes maternas e infantiles podemos mejorar la calidad de la atención médica y evitar que millones de familias soporten el dolor de perder a sus bebés y madres", señala el director de Investigación y Salud Reproductiva de la OMS, Ian Askew.